Un restaurante de Cocina Chilena diferente

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Un restaurante de Cocina Chilena diferente

Por Loreto Gatica.

Laminga es un restaurante que acaba de instalarse en calle Constitución. Cálido y luminoso, lo que encuentra ahí es una carta de comida chilena, con esos platos que comía de niño en su casa, pero con técnicas de alta cocina. Una experiencia que parte con una panera de pan amasado hecho en el lugar, con y sin chicharrones, más un buen pebre.

Luego, se puede tentar con un sabroso plato de lentejas y longaniza ($ 5.500) o con las pantrucas, esas clásicas masitas que van sobre un caldo hecho con hueso, para darle el máximo de sabor, papas y una plateada deshilachada ($ 5.500). También puede pedir su cancato de salmón, la típica preparación sureña de salmón sellado, junto a una reducción de longaniza ahumada con tomate, sobre un imperdible puré de albahaca, con crocante queso parmesano ($ 8.500).

No se pierda sus postres, bien chilenos, como el dúo de berlines, uno relleno con manjar y otro con crema pastelera, puro sabor a infancia ($ 2.700); las sopaipillas pasadas ($ 2.700); o un semifrío de cola de mono, que tiene como base un colegial ($ 2.700). Ojo con la carta de cocteles, elaborada por Miguel González Larraguibel, el barman conocido por reivindicar los clásicos chilenos, como el pistón, hecho con pisco Kappa, martini, limón y tónica ($ 4.900). También hay jarras, como el clery y el borgoña.

HORARIO: Ma. a vi., 7 PM a 1 AM. Sá., 1 PM a 5 PM y 7 PM a 1 AM. Do. 1 PM a 5 PM.

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