Las terrazas cerveceras que hay que visitar antes de que se vaya el calor

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Las terrazas cerveceras que hay que visitar antes de que se vaya el calor

Aunque comenzó el otoño, aún se ve que quedan unos días de calor para disfrutar de una buena cerveza. Ahora hay mas opciones que nunca, con la cantidad de barrios cerveceros que se abrieron el año pasado en Santiago.

El año 2018 se inauguraron cerca de cinco bares cerveceros en Santiago, la mayoría especializados en cervezas artesanales.

La llegada de este tipo  de lugares vino a ampliar la oferta de las barras para pasar de las mismas de siempre a las que tenían otros grados alcohólicos, otros fermentos, otros sabores y otros procesos.

Y como varios de los locales que apostaron por este tipo de bebidas lo hicieron con buenas terrazas, hay que aprovechar estos espacios para despedirse de los días de calor que van quedando.

José Ramón 277, de Vitacura

Foto: Gentileza José Ramón

El local se define como “chopería y  sanguchería” y partió hace unos años en Lastarria.

Pero abril de 2018 abrió una sucursal en Vitacura, la que se convirtió rápidamente en la meca de los profesionales jóvenes que querían probar nuevas cervezas y buenos sánguches, esos que vienen en marraqueta doble (ver nota).

En eso y en un reconocido bar cervecero, porque en septiembre de 2018, la prestigiosa revista inglesa Decanter -la guía para los que viven en torno al vino y la buena gastronomía- y eligió al local entre los 10 mejores restaurantes para comer en Santiago.

Eso además de lo que logró con el New York Times en 2017: un periodista le escribió sobre el auge sanguchero en Chile, pasó por el barrio Lastarria y los destacó por su “larga barra con una hilera de llaves de cervezas de barril, de las que emanan cervezas artesanales”.

Ahí todas las cervezas salen schop y de barriles chilenos.

De hecho, apenas entres, verás una gran pizarra con las que están disponibles, las que podrás pedir en pequeñas copas llamadas “vuelos” (tres 220 cc, por $ 2500), o formatos de 350 cc por $ 3.000 y de 500 cc por $ 4.000.

Y la pizarra explica cada cerveza, con su nombre, estilo (Session IPA, Golden Pale Ale, Red Ale, Saison, etc.), los grados alcohólicos y el IBU.

Entre las que encontrarás bien seguido está la Jester Maniobra, una pale ale americana que tiene un refrescante amargor e intenso aroma cítrico/floral por los lúpulo Cascade, con 5,2 grados alcohólicos.

Toda la oferta que tienen está pensaba para maridar la cerveza que pediste con “sánguche de plateada” ($ 6.900), que se puede pedir en marraqueta doble y viene además con pastelera de choclos y cebolla.

Si te gustan los embutidos, imposible dejar de probar la de prieta , que además viene con tomate, aji verde y mayonesa.

Y ojo que José Ramón 277, también tiene vinos en otra pizarra, además de destilados y los tragos de la casa y hechos con pisco, como el “membrillo” y chilcanazo”, con pisco, macerado en jengibre, limón y ginger ale. entre otros.

Apiádate de mí

Terrazas cerveceras
Foto: Valentina Miranda

Este bar cervecero que abrió en enero de este año, está escondido en Providencia, detrás de la Iglesia de la Divina Providencia.

Y apenas abrió se empezó a llenar, por su propuesta con 14 salidas de cervezas artesanales que parten en los $ 1.900, y por su ubicación: aunque a pasos de la ruidosa Av. Providencia, está en la apacible calle Luis Middleton.

Ahí, Osvaldo Cuadrado, quien trabajó por años en el Cervecería Principal -que elabora Tübinger- tiene jugadas cervezas como la “Melvin”, creada por la cervecería Alameda Beer Co. e inspirada en el popular melón con vino.

Y hay otra que se llama “Pan de Molde”, de la cervecería Tamango, ideal para quienes disfrutan de las cervezas bien amargas (mira acá la nota principal).

Aprovecha las agradables temperaturas de este comienzo de otoño para sentarte en su terraza, que aunque tiene pocas mesas, vale la pena esperar porque se bebe tranquilo y bien acompañado.

Lagerhaus

Bares cerveceros
Foto: Valentina Miranda

Esta cervecería que abrió en diciembre de 2018 en Av. Vitacura, muy cerca de la ex rotonda Pérez Zujovic, y ahí lo que se va a tomar son schop de cervezas artesanales, de la que tienen 35 salidas.

Y entre ellas de las cervecerías como la Tamango, Bundor, Cuello Negro, Tropera, Corta Corriente, Granizo y Jester. Varias son de la Araucanía, de donde viene Lagerhaus, originaria de Temuco: la Mahuida es la zona de Lautaro; la Black Mud, es de Cunco; y la Birrell, elabora en Freire.

Están bien descritas en la carta, pero si no las entiendes, siempre hay un mesero para explicarte. 

Apenas inauguró fue un hit en el barrio, con familias a la hora de almuerzo y mucha gente joven de noche, atraída por sus promociones, pero también por su ambiente playero: ahí el piso es de conchilla, con hartos espacios cómodos para sentarse.

Algo muy destacable de este lugar es su carta y brew chef, Oscar Albolnoz, que cocina muy bien con cerveza y sus derivados y que trabajó en el restaurante KM0 de Isidora Goyenechea.

Ojo que aún están vigentes la ofertas: Los martes continúa el “Lagerazo“, con cervezas nacionales desde los $ 2.000, mientras que los jueves son de cocteles con pisco, ron y vodka, 2 x $ 4.500.

Krossbar Borderío

Con cuatro ambientes, entre ellos una terraza en la azotea, el Krossbar abrió a fines del año pasado en BordeRío,  siendo su terraza en el segundo piso la que corre con ventaja por la vista.

Este local que se hizo conocido por ser uno de los primeros 100% dedicado a la cerveza y, además, con una carta adaptada para hacer maridaje con la bebida, se instaló donde antes estaba el restaurante Pez Quiero.

Y una de sus mayores gracias son sus cámaras de frío que conducen las cervezas a excelente temperatura (entre 3°C y 4°C) hasta las salidas, lo que hace que las cervezas lleguen frías a la mesa.

Ahí hay 32 grifos con seis tipos de cervezas: pils, golden, maibock, lupulus, Kross 5 (K5), y la stout, siendo la golden y la maibock -más dulces de color ámbar- las más pedidas (mira la nota del Krossbar de BordeRío acá).

Insiste en pedir una mesa en la terraza por las tardes, y pide una “pizza con mechada” o unos “choritos a la belga” –cocinados en cerveza, con papas fritas y pan para sopear en el jugo- que quedan perfectamente maridados con su oferta

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