La vida en una copa: Vinos con identidad

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La vida en una copa: Vinos con identidad

Por Carolina Freire

El que fuera por años el vino más humilde del país, ese que hacen los campesinos y que hoy está sufriendo las calamidades provocadas por los incendios, está siendo reconocido por su calidad en mercados nacionales e internacionales con sus cepas país, moscatel, corinto, torontel y semillón.

Eso se logró gracias al excelente trabajo de conservación que hacen cuatro viticultores de los valles del Maule y Biobío, agrupados en la Asociación Gremial de Productores de Vinos Campesinos de Chile (PVCh), quienes ponen en valor la tradición del vino ancestral del campo chileno con viñedos de más de 200 años.

El resultado está dando que hablar, con vinos frescos, fáciles de beber, de bajo alcohol, ideales para llevar a las vacaciones. Son elaborados a través de prácticas tradicionales de las que se obtienen vinos naturales, sin químicos, que hablan de un lugar y en los que destacan la fruta y su lugar de origen.

La asociación la preside la sommelier Macarena Lladser, quien lleva años abogando por los vinos elaborados artesanalmente, muestra hoy la forma de trabajo de los agricultores Manuel Moraga, Mauricio González, Roberto Henríquez y Renán Cancino. Por ejemplo, la Bodega Cacique Maravilla, liderada por Manuel Moraga -que es séptima generación- produce vinos en la zona de Yumbel. De acá me encanta su Vino Naranja 2016 ($ 11.990 en Santiago Wine Club), una mezcla blanca con uvas moscatel y corinto, un pipeño de gran potencia, que fermentó con sus pieles. Tiene aromas a fruta blanca, nísperos, flores y durazno blanquillo. Es una delicia, un verdadero jugo de uva verde con un final largo y seco para disfrutar con un caldillo de mariscos.

Otro vino que destaca en la misma zona (Quinta de Unihue) es el del viticultor Mauricio González. Un Pipeño 2016 de cepa país ($ 6.000 por venta directa a mugonzal@uc.cl), que proviene de un viñedo que expresa su amor por la tierra. Es elaborado en antiguos lagares y pipas de raulí, y el resultado es un vino con aromas a anís, poleo y cerezas. Un jugo fresco, lleno de frutas y texturas para disfrutar esta temporada junto con prietas.

Más al norte están los vinos Rivera del Notro, de Roberto Henríquez, que trabaja entre los valles del Itata y Biobío con una técnica purista, arraigada a la tradición del campo. No dejen de probar su País Santa Cruz de Coya 2016 ($9.900 en jantoki.cl), que es un excelente exponente. Se trata de una mezcla de tres cosechas con guarda en barricas viejas; un tinto fresco, floral, con sabores a cerezas, para beber más de una botella acompañado de empanadas de machas.

Ya en el valle del Maule, el viticultor Renán Cancino tiene su imperdible vino país llamado Chilena Huaso de Sauzal 2014 ($ 16.990 en El Mundo del Vino), que refleja la tradición del campo y el trabajo de sus bisabuelos hace 100 años. Es un tinto bien hecho, complejo e interesante, con aromas a fruta negra y roja. Un jugo de uva seco y fresco con toques a ciruelas, ideal para beberlo con arrollado.

Santiago Wine Club
DONDE: Rosal 386
TELEFONO: 226326596
HORARIO: Lunes a sábado, 11 AM a 9 PM. Domingo 12 PM a 7 PM
ESTACIONAMIENTO: Subterráneo, en Lastarria 70, $ 1.400 la hora.

El Mundo del Vino
DONDE: : I. Goyenechea 3000
TELEFONO: 225841173
HORARIO: Lunes a domingo, 10 AM a 9 PM
ESTACIONAMIENTo: Subt., en Plaza Perú, $ 800 la hora.

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