El Precio de la Verdad: Un compromiso con la justicia

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El Precio de la Verdad: Un compromiso con la justicia
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Mark Ruffalo protagoniza este drama legal basado en la historia real de un poblado cuyas aguas fueron contaminadas por la empresa DuPont.

La figura del abogado dentro del mundo de la cinematografía no es extraña y de tiempo en tiempo alguna película centrada en sus esfuerzos llega a las salas de cine. Un ejemplo reciente fue el estreno en Chile, hace muy poco, de Buscando Justicia, realización donde uno de estos profesionales se enfrenta además al racismo.

Ahora es el turno de El Precio de la Verdad, que forma parte de aquel grupo de cintas donde un abogado, o bufete, se transforma en un pequeño David ante una empresa-Goliath; como también se pudo ver hace ya algunos años en Erin Brockovich (2000), por nombrar un título.

Con un guión inspirado en un artículo de New York Times Magazine, escrito por Nathaniel Rich, el nuevo drama legal nos presenta a Robert Bilott (encarnado por Mark Ruffalo), abogado y socio de la firma Taft Stettinius & Hollister, que se ubica en Cincinnati y representa a grandes industrias químicas.

Como una jugarreta del destino, en su camino se cruza Wilbur Tennant, un granjero de West Virginia, que, a instancias de la abuela de Bilott, recurre a este último para que lo ayude en su lucha contra la firma DuPont, ya que asegura que una de sus plantas químicas ha contaminado el agua de la que beben sus animales.

A pesar de negarse en un primer momento, el abogado cambia de parecer al ver los videos y fotos que Tennant ha reunido a lo largo del tiempo y muestran los cambios físicos y de comportamiento de sus vacas, que cobraron las vidas de 190 de ellas.

A pesar de las advertencia del representante de la empresa, una de las más grandes en el campo químico a nivel mundial, Bilott interpone una demanda contra ella y el uso que ha hecho en secreto de un componente químico llamado PFOA, que es la base del teflón de sus exitosos productos.

Este elemento no solo habría contaminado las aguas de la granja de Tennant, sino que enfermado a lo largo de las décadas a varios empleados de la misma compañía, como lo descubre Robert tras revisar cajas y cajas con archivos facilitados a regañadientes por el representante legal de DuPont.

El peso de una historia real

Bajo la dirección del realizador estadounidense Todd Haynes, que acá se aleja del drama romántico y la paleta technicolor de gran parte de sus cintas, El Precio de la Verdad va poco a poco dibujando el exhaustivo trabajo que le tomó a Bilott conseguir doblarle la mano a una empresa tan poderosa como DuPont.

Una ardua investigación y extenuante labor jurídica que le tomó casi 20 años y no solo afectó su salud, sino también la relación con su esposa Sarah (Anne Hathaway), quien, como se ve en la película, sintió en muchos momentos que el caso lo separaba de ella y sus tres hijos.

Mark Ruffalo, un reconocido activista de causas ambientales, no solo es el protagonista de la cinta, sino que su principal impulsor, ya que él compró hace algunos años los derechos de la nota aparecida en New York Times Magazine y también fue parte del equipo de productores.

Un compromiso que además se revela en su actuación, al darle a su Robert Bilott una fuerza y convicción que traspasa la pantalla, sin dejar de lado su vulnerabilidad. Así hace al público partícipe de un caso judicial que le puso voz a los habitantes de un pueblo que desconocían que sus cuerpos habían recibido grandes dosis de un químico potencialmente mortal.

DIRECCIÓN: Todd Haynes

PROTAGONISTAS: Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Camp, Bill Pullman

GÉNERO: Drama/Biografía

CALIFICACIÓN: Para todo espectador mayor de 7 años

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