Los juegos que no pueden faltar en la maleta

Por

Los juegos que no pueden faltar en la maleta

Las vacaciones se asocian con dos ideas: pasar el día en la playa o al aire libre y cerrar la noche refugiados en una cabaña, con un juego de mesa. Aunque entre los más vendidos destacan los electrónicos por sobre los tradicionales, los de tablero siguen vigentes. Sepa cuáles llevarse para estar al día y entretenerse en grupo. 

La escena es clásica: se tiran los dados, se avanzan casillas, se aterriza en un lugar y, tal como en la vida real, se paga por estar ahí o se compra pidiendo dinero al banco. Así funciona Monopoly, el clásico juego de mesa creado en 1935 que sigue vigente. Tanto, que se agotó en varias multitiendas para Navidad, junto al Twister y el Bop It! , de los 60 y 90, respectivamente. Aunque estos son de habilidades y no de mesa, están pensados para llevarlos en las vacaciones, sobre todo para esos días en que la lluvia no se detiene por días en el sur de Chile. Todos se renovaron y vienen en versiones electrónicas, pero los tableros y las cartas siguen siendo requeridos.

Pie derecho, con Demi Lovato

Según Mabel Saravia, product manager de la sección Niños de Ripley, “los juegos de salón electrónicos se están posicionando fuertemente, sobre todo los que ponen a prueba las destrezas individuales o grupales”. Es el caso del Twister, famoso por su alfombra con círculos de cuatro colores y una ruleta que indica dónde posar manos y pies. En su versión original de 1966 se necesitaban al menos tres jugadores -uno dando indicaciones y dos en la alfombra-, pero en sus nuevos formatos, Twister Dance y Twister Dance Rave, se puede jugar solo.

El primero reemplazó la alfombra por un pequeño aparato electrónico que, en un visor, muestra a una bailarina. La gracia de este juego es seguir sus pasos al ritmo de canciones pop juveniles, y aunque algunas mamás se animen, quienes realmente disfrutan el juego son las niñas mayores de ocho años. También está la opción de conectar un reproductor de MP3 al aparato para que la bailarina arme nuevas coreografías.

El Twister Dance Rave, en cambio, sirve para noches entre niños y adultos. Se parece más a la versión original del juego, sólo que en vez de seguir las instrucciones de una ruleta, se siguen las luces de un aparato electrónico. Este va activando y alternando cuatro colores y el jugador debe pisar los respectivos tonos puestos en el piso.

Gira, pega, tira y cobra en el banco

Pasado el boom de la venta de juguetes en Navidad, ya casi no quedan de estos aparatos en las tiendas de retail, por lo que es mejor encargarlos por internet, directamente al proveedor.

Para los más competitivos está el Bop It!, un aparato parecido a una aspiradora manual al que hay que activarle distintas palancas -que se tiran, giran o golpean- de acuerdo a las instrucciones verbales que emite el aparato. Basta con que se equivoque en una para que el juguete lo acuse. La gracia es poder llegar sin errores hasta que le ordene pasarlo al compañero. La dificultad está en que aumenta progresivamente la velocidad de dar las instrucciones.

Viene en tres versiones: la clásica del año 96, el Bop it! Tetris y el Bop Beats. La jefa de ventas del área infantil de Paris de mall Costanera Center, Jeanette Parra, dice que la gente prefiere los juegos más rápidos de ejecutar y que se puedan usar altiro. Por eso, clásicos como el Scrabble y el Pictionary irían en retirada. Eso no quita que otros en los que el tablero es el protagonista sigan entre los favoritos. Es el caso del Monopoly. Según Parra, se vende todo el año, a diferencia de los otros juegos de moda. Se llevan la versión que esté disponible, que puede ser la clásica, la chilena, otra santiaguina o una llamada “Imperio”, en la que se compran marcas en vez de terrenos. También existe la versión “Junior”, para niños, en la que la competencia por dejar al resto en la bancarrota se enfoca en comprar heladerías, piscinas y tiendas de mascotas.

Monopoly eléctrico

Un clásico de clásicos

El cacho también se reinventó, de la mano de Arantxazu Millety Matías Moreno. Ellos son los creadores de Yo Cacho!, un set de vasos de cuero y dados con diseños modernos. Su fuerte son el cuero 100% natural y los novedosos colores flúor, estampados militares e iconografías pop. También hacen diseños a pedido (8.9226270).

Según Moreno, “la gente se alegra al ver nuestro producto, literalmente, se ríe”. Ya sea por nostalgia, por lo decorativo o porque es una excusa para juntarse con los amigos y la familia, el revival de este clásico fue explosivo: las ventas aumentaron en un 300% después de cuatro meses de lanzado el producto. Vienen en sets de cuatro, seis y ocho cachos, que incluyen los dados, las reglas del juego Dudo y una bolsa de lona impermeable.

Si se tentó con Twister, vea en este link dónde comprar cada uno de los juegos.

Seguir leyendo