Fiebre de festivales

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Fiebre de festivales

En primavera, los encuentros masivos de música al aire libre se multiplican, por la llegada de los días más soleados. De aquí a fin de año hay programados casi una veintena de estos eventos, donde se escuchan varias bandas en vivo por un solo ticket.

Por un par de días, el sonido de las guitarras eléctricas reemplazó el galope de los caballos. Sucedió a mediados de abril de 2007, cuando el Club Hípico de Santiago albergó, por un fin de semana, a Vive Latino, un festival rockero que partió en Ciudad de México y que ese año debutó en Chile.

Lo que encontraron las más de 50 mil personas que asistieron fue algo inédito, porque el festival era diferente a los que estaban acostumbrados a presenciar en el país, como el de Viña del Mar o el alternativo SUE, donde en 2004 tocó Morrissey: en el recinto había tres grandes escenarios al aire libre, donde a partir del medio día tocaron más de 50 bandas. El público podía ir de un espacio a otro; ver primero, a los disueltos Telerradio Donoso, luego a Los Tres y, más tarde, a los ingleses Keane.

Vive Latino fue uno de los primeros festivales locales al estilo de los que se hacen en Estados Unidos y Europa, como el legendario Glastonbury, en Pilton, Inglaterra, donde han tocado desde The Smiths hasta David Bowie.

En esos encuentros el pop en vivo se disfruta en varios escenarios, casi siempre al aire libre, y desde el mediodía hasta la madrugada. Duran uno o más días y ofrecen también actividades paralelas, como ferias, intervenciones de arte y puestos de comida gourmet.

Desde el éxito del primer Lollapalooza local, en 2011, los festivales de este tipo se multiplicaron en Chile. “El público aquí ha enganchado tanto con estos encuentros que, incluso, agota las entradas antes de que se anuncien los grupos que tocarán ahí. Son atractivos, porque ofrecen algo más que música: son una experiencia, con puestos de comida, juegos mecánicos y zonas para niños. Se han convertido en un panorama familiar, donde uno ve varios conciertos, por un solo ticket”, explica el director de la revista iPop, Manuel Maira.

Estas citas se disfrutan durante todo el año ahora acá, pero sobre todo en primavera, cuando la temperatura invita a pasar las tardes al aire libre oyendo bandas en vivo. La cartelera para los próximos meses es generosa, con casi una veintena de eventos. En noviembre, incluso, habrá uno todos los fines de semana. ¿A cuál ir? Tome nota de estas descripciones, que le servirán de guía.
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OCTUBRE

Esta temporada se abre el 11 y 12 de octubre, con uno de pura electrónica, el Ultra Chile. En este estilo es uno de los que más convoca en el mundo. Partió a fines de los 90 en Miami y ahora se hace en Ibiza, Sao Paulo y, desde el año pasado, en Santiago.
Ultra RedEyes
Esta segunda versión durará dos días y se tomará diferentes espacios del Parque O’Higgins. Ahí, encontrará tres escenarios, uno ubicado en la Elipse, otro en el Movistar Arena y un tercero fuera de este recinto.

Si quiere bailar hasta la madrugada, compre su entrada, porque ahí habrá shows de una treintena de músicos electrónicos extranjeros y chilenos, todos con increíbles juegos de luces. No se pierda la sesión de uno de los mejores Djs del mundo, Carl Cox, y del house vintage de Hercules & Love Affair. Para hacerlo más familiar, este año se bajó la restricción de edad, de 18 a 16 años.

Luego, el 25, será el turno de The Sound of Q-Dance, que se hará en Espacio Riesco. Ahí, sólo se bailará hardstyle, un estilo de beats acelerados, muy prendido, que es furor en las discotecas de Holanda.
Q Dance
El festival nació en ese país y es una especie de fiesta colectiva bajo techo. De las 9 PM a las 6 AM, el ritmo lo pondrán algunos de los máximos exponentes del estilo, como Coone y Brennan Heart. Ponga ojo con su escenario gigante; el del año pasado tenía forma de calavera.

El Santiago World Music Fest, en cambio, será una cita para disfrutar con calma, sentado en los asientos del Movistar Arena. En ese recinto, el domingo 26 de octubre, escuchará a cuatro grupos que crean música originaria de diferentes partes del mundo.

Es uno de los imperdibles de la temporada, porque rescata estilos que apenas tienen cabida en la cartelera local, como los ritmos tradicionales de China de Wang Li, un músico del norte de ese país. Sobre el escenario, crea sonidos hipnóticos con extraños instrumentos, como la milenaria flauta sheng, hecha de varios tubos de bambú.

Más tarde verá ahí a un ícono de la música africana, el senegalés Youssou N’Dour. Líder cultural y social del continente negro, ha colaborado con artistas como Peter Gabriel y Neneh Cherry. Esa noche tocará con Le Super-Étoile de Dakar, una banda de más de 20 músicos. Reserve su entrada ya, porque vivirá una especie de viaje por tierras exóticas.
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NOVIEMBRE

Luego, la fiebre festivalera llegará Viña del Mar. El sábado 1, en el Sporting Club debutará Jardín Stereo, un evento primaveral que juntará buena música, arte y diseño.

Desde las 12 PM, encontrará dos escenarios al aire libre, uno donde pincharán Djs, como Matanza, y otro al que se subirán algunas de las bandas chilenas que hoy más pegan, como Astro, Dënver, Alex Anwandter y Ana Tijoux. Entre un show y otro habrá intervenciones artísticas, además de puestos de diseño independiente y comida.

Una semana después, en Espacio Riesco, será el turno de Creamfields, uno de los festivales chilenos más longevos. Cada año, los amantes de los sonidos electrónicos peregrinan a este evento por dos razones: porque ahí se baila sin parar de las 7 PM a las 5 AM y porque los ritmos corren por cuenta de estrellas del género.

Chemical Brothers, Underworld, Calvin Harris y Prodigy han estado antes allí. Este año todas las miradas se las llevará David Guetta, el productor parisino que vende millones de discos y que colabora con Rihanna y Nicki Minaj.

El viernes 7 de noviembre, en sus cuatro escenarios, sonarán los diferentes estilos de la electrónica, desde el house del dúo iraní Deep Dish hasta los ritmos electro de Gepe haciendo de Dj.

Ese mismo fin de semana habrá un festival exclusivo para adolescentes, un público que casi siempre queda fuera de estos eventos, por las restricciones de edad. Se llama Scream Fest! y se hace el sábado 8 y domingo 9, en Movistar Arena.

En su cartel hay una decena de músicos de esos que hacen gritar a los sub 15. El primer día tocarán sólo latinos, como el dúo súper ventas Jesse & Joy. El segundo, será para los anglos, como Austin Mahone, un adolescente que tiene un hit bailable, Mmm Yeah, con 73 millones de visitas en YouTube. 

Si los suyos son los ritmos de los 80 en vez de los de hoy, vaya el viernes 14 de noviembre a Hit Parade, el festival para nostálgicos de los chalecos con hombreras y las fiestas con lentos. Esta segunda versión también se hará en Movistar Arena, escenario al que se subirán artistas que probablemente no vio en su época dorada.

Partirá a las 7 PM con Taylor Dayne, la autora de hits que reconocerá de inmediato, como Tell it to my heart y la balada Love will lead. Más tarde, verá los shows de Belinda Carlisle y luego, Richard Marx. Esta ochentera noche la cerrará bailando, al ritmo de la larga lista de éxitos de Village People.

El fin de semana siguiente, el sábado 22, será el turno de Primavera Fauna, que desde 2011 es uno de los imperdibles de la temporada. Comprar un ticket para este festival es una apuesta segura, porque las bandas que tocan ahí son de las mejores que se pueden ver hoy.
Primavera Fauna 2 Rodrigo Ferrari
¿Tres nombres de sus versiones anteriores? Pulp, M.I.A. y Dinosaur Jr. Este año, el festival volverá a aterrizar en las piscinas de Espacio Broadway, el centro de eventos ubicado en el km 16 de la Ruta 68. Aunque la organización tendrá convenios con taxis y buses, lo aconsejable es llegar allá en auto.

Pasado el mediodía, en el lugar encontrará tres escenarios a cielo abierto, donde habrá shows hasta pasadas las 12 AM. Uno de esos, el de música electrónica, estará junto a las piscinas. Si anda con ganas de nadar, lleve traje de baño y toalla, porque podrá hacerlo.

En los otros dos, escuchará a bandas que son un deleite en vivo, como Beirut, Real State y Yann Tiersen, el autor de la banda sonora de Amélie. No se pierda el rock de los escoceses Mogwai, de volumen tan alto que puede incomodar a algunos.

Noviembre lo cerrará el debut en Chile de Holi Festival of Colours, que se hará el sábado 29 en Ciudad Empresarial. Está dedicado a la música electrónica y lo que lo diferencia de otros es que durante los shows, que parten a las 2 PM, se lanzan al aire polvos de colores, que no son tóxicos.
Holi
Está inspirado en una festividad hindú, en la que “el triunfo del bien sobre el mal” se celebra de la misma forma. Las bolsas con polvos se venden junto a la entrada y también estarán disponibles en el evento.
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DICIEMBRE

El sábado 6 de diciembre, Espacio Broadway volverá a albergar un festival grande. Se trata de uno nuevo, RockOut, que apuesta por el rock menos comercial y más arriesgado. Uno de sus aciertos es el primer concierto en Chile de Devoel entrañable grupo post punk de Ohio. Bailar al ritmo de Peek A Boo es una de las mejores cosas que podrá hacer ese mes. También valdrá la pena escuchar a la nueva banda del ex líder de Sonic Youth, Thurston Moore, y la sicodelia de los estadounidenses Primus.

Si esa tarde prefiere pasarla en un encuentro más familiar, anote en su agenda el festival Despierta. El primero se hizo el año pasado en Movistar Arena, pero para éste se escogió el Parque Alberto Hurtado, por ser más acorde con la temática del evento, que es el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad.

Los grupos que desde las 4 PM tocarán ahí están comprometidos con estas causas, como Kevin Johansen, Ana Tijoux y los aflamencados Chambao. Lleve una manta para armar un picnic en el pasto, desde donde podrá ver los conciertos. Vaya con los niños, porque habrá juegos, carros con comida sustentable, talleres de huertos en departamentos y una feria de productos “verdes”.

Al día siguiente, el domingo 7, el Teatro Caupolicán se llenará de colores y ritmos negros cuando a las 2 PM comience el festival Feel The Funk. Este también es nuevo y, como su nombre acusa, está dedicado al funk en sus diferentes estilos, desde los más rockeros hasta los bailables. Se presentará más de una decena de bandas, como O’Funk’Illo, los “Red Hot Chili Peppers españoles”, y los chilenos PapaNegro.

El año lo cerrará uno de los más multitudinarios, Mysteryland. Arme un grupo con amigos para ir, porque es lo más parecido a un Woodstock de la música electrónica: tres días (19, 20 y 21 de diciembre) en los que puede bailar, acampar y disfrutar de variadas manifestaciones artísticas, todo al aire libre. Se hará en el mismo lugar del año pasado, la hacienda privada de 50 ha Picarquín, en San Francisco de Mostazal, a 40 minutos de Santiago.

Ese fin de semana será imposible aburrirse ahí, porque en el lugar podrá moverse entre 10 escenarios, cuya programación estará a cargo de prestigiosos clubs de todo el mundo, como el ondero D-Edge, de Sao Paulo. En cada uno, los DJ pincharán estilos diferentes, así es que en minutos puede pasar de bailar house elegante en uno al dance más comercial en otro.

Puede comprar las entradas para ver sólo festival o las que también le dan derecho a acampar. Son más de 30 mil espacios, en diferentes zonas de camping, algunas Premium. Por esas se paga más, porque tienen piscina, zonas de entretenimiento y sectores de descanso bajo sombra. Prepare con tiempo el diseño de su carpa, porque se premiarán las más estilosas.
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MARZO
Para enero y febrero próximos todavía no hay grandes festivales programados, porque ésos que se hacen en verano y a la orilla del mar se anuncian a fin de año. El que sí tiene fecha y lugar es Lollapalooza, el ícono festivalero chileno. Será el 14 y 15 de marzo, en el Parque O’Higgins, el espacio que lo ha acogido desde 2011.
Lollapalooza Lotus Producciones
Desde agosto que las entradas ya se venden. Cuestan desde $ 75.500, porque las más baratas, las de las primeras preventas, ya se agotaron. Eso, pese que a aún no se dan a conocer las bandas que tocarán ese fin de semana.

Aún no hay fecha para ese anuncio, pero compre con tranquilidad, porque su cartel siempre ha sido garantía de calidad: en sus cuatro versiones anteriores han tocado Björk, The Flaming Lips, Kanye West, New Order, Lorde, Vampire Weekend y un largo listado de buenas bandas.

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El gusto de los músicos
El Meltdown, un festival que se realiza desde hace dos décadas en Londres, tiene una particularidad: un músico conocido se encarga de elegir las bandas que tocarán ahí.

Yoko Ono, Patti Smith, David Bowie, Elvis Costello, Laurie Anderson y Jarvis Cocker, han hecho de curadores del evento. Para el de 2004, Morrissey escogió a Jane Birkin, Nancy Sinatra, Sparks, The Libertines, la London Sinfonietta y a sus adorados New York Dolls.

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