100 Humanos: el singular experimento social de Netflix

100 Humanos: el singular experimento social de Netflix
100 Humans l Netflix

La nueva apuesta de la plataforma mezcla ciencia, documental y entretención, para darle respuesta a diversas interrogantes sobre el comportamiento humano.

Dentro del extenso catálogo de Netflix, los realities se han hecho notar con sus entretenidas dosis de realidad, en disimiles áreas como la gastronomía, la moda y el romance. El nuevo 100 Humanos se suma con una singular apuesta: el experimento social.

En este espacio, que debutó el pasado viernes, un grupo de 100 estadounidenses promedio -de diversos géneros, edades y condiciones sociales- son puestos a prueba para comprobar ciertas teorías sobre el comportamiento humano.

Vestidos todos con buzos y respondiendo solo a un número como identificación, se enfrentan, a lo largo de los ocho capítulos de su primera temporada, a pruebas que miden su capacidad física, mental y también cómo se ven a ellos mismos y a los otros.

Bajo la conducción de la actriz Alie Ward y los comediantes Zainab Johnson y Sammy Obeid, 100 Humanos abarca distintas áreas de la interacción social y el comportamiento, centrándose solo en uno de ellas en cada una de sus emisiones.

Como en su primer capítulo, donde los participantes enfrentan pruebas que miden qué es lo que nos hace más o menos atractivos ante los otros: si es el cómo nos vemos, cómo vestimos o, tal vez, cómo nos comportamos.

Luego vendrán emisiones centradas en tópicos como las diferencias de los géneros -donde se confirma que las mujeres pueden hacer varias cosas a la vez- o la edad, revelando que los más viejos no son tan débiles como se pensaba.

Un original experimento social

Así, con la extraña mezcla de experimento social y entretención -con heterogéneos ingredientes como ciencia, documental y comedia-, 100 Humanos se convierte en una alternativa para los seguidores de la telerrealidad que buscan algo diferente.

Y aunque en ocasiones el tono más liviano de ciertas situaciones le quita algo de seriedad al programa, varios de sus experimentos sociales son bastante más profundos de lo que parecen a primera vista, revelando el sexismo y el racismo latente en la sociedad de EE.UU.

Sin embargo, en ocasiones el tenor y la extensión de las pruebas juegan en contra del ritmo de los capítulos, haciendo de contadas emisiones algo difícil de seguir. Pero el resultado final es en esencia una original alternativa del catálogo de Netflix.

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