Aunque no se basa en una historia real, esta serie de Netflix toma algunos aspectos del psiquiatra alemán más famoso del mundo, Sigmund Freud.

Con un joven Freud (Robert Finster), esta historia transcurre en 1886 en Viena, donde el psiquiatra busca fama y reconocimiento en el mundo de la medicina.

Queriendo convencer a sus pares sobre la terapia de hipnosis y la teoría del inconsciente, el psicoanalista se ve envuelto en una serie de misteriosas muertes.

Junto a una psíquica húngara y un oficial de policía, se ven involucrados en una serie de brutales asesinatos, que al parecer tienen detrás una poderosa conspiración.

Una figura histórica fuera de lugar

Si bien la serie usa elementos reales del alemán, como su adicción a la cocina y su búsqueda por la grandeza, no se entiende por qué toman a esta figura histórica y la ponen en esta producción que es mayormente fantástica.

Y es que la vida original de Freud ya puede ser interesante por sí misma, por lo cual su participación en esta fantástica serie se siente fuera de lugar. Incluso, a ratos, su personaje se ve como el más débil o aburrido.

Dejando de lado al protagonista, los personajes secundarios y sus historias son bastante entretenidos, en especial la psíquica húngara. Tanto, que quieras que el psicoanalista alemán desaparezca de pantalla y así nos podamos concentrar completamente en los fantásticos misterios y asesinatos de la serie.

Otro gran acierto de la producción alemana es la fotografía, que nos traslada a esta Viena en fines del siglo XIX y nos hace sentir realmente en esta época lejana.

Una serie para los amantes de los crímenes fantásticos, que esconde una interesante historia, pero que hace parecer a su protagonista como un mero extra.

Si quieres ver más series de Netflix aquí te dejamos las más aplaudidas del 2020.

Ver en Netflix