Un cuento de hadas se convierte en pesadilla en Rebeca, la nueva adaptación de la célebre novela gótica

Un cuento de hadas se convierte en pesadilla en Rebeca, la nueva adaptación de la célebre novela gótica
Rebeca | Netflix

Ben Wheatley estrena en Netflix su adaptación de la novela de Daphne du Maurie, un relato del romance entre una joven y un aristócrata que se transforma en pesadilla en la legendaria mansión Manderley.

No es la primera vez que llega a la pantalla Rebeca, la novela gótica que la escritora inglesa Daphne du Maurier publicó en 1938.

Tiene varias adaptaciones, pero la más popular es la que hizo Alfred Hitchcock en 1940, quien también tomó como base sus relatos para clásicos como Los pájaros y La posada de Jamaica.

“Anoche soñé que volvía a Manderley” dice la célebre frase que abre Rebeca, novela que nuevamente vuelve a la pantalla en la película que acaba de estrenar Netflix.

Aunque su director, el británico Bean Wheatley (High-Rise, Free Fire), ya aclaró en varias ocasiones que no se trata de un remake del filme de Hitchcock, sino que su inspiración directa es la novela de du Maurier.

Rebeca | Netflix

Sus protagonistas son Lily James (Yesterday) y Armie Hammer (Call me by your name), una ingenua dama de compañía y un aristócrata viudo que se conocen un verano en el encantador balneario de Monte Carlo.

Cuando se enamoran, ella decide dejar a la excéntrica mujer para la que trabaja, la Sra. Van Hopper, y se va a vivir con Maxim de Winter a Manderley, una legendaria mansión.

Es ese un lugar lujoso y de ensueño, que el mismo rey Enrique VIII regaló a su familia hace ya 300 años.

Misterios y secretos en Manderley

Rebeca | Netflix

Todo es bello en este inesperado romance, con una bonitas y coloridas escenas veraniegas que muestran a la ahora señora de Winter viviendo un cuento de hadas.

Pero pronto el ambiente se empieza a enrarecer en Manderley. La ama de llaves, la señora Danvers (Kristin Scott Thomas), al parecer no ve con buenos ojos su llegada y se comporta de manera cruel con la muchacha.

Aunque la presencia más extraña ahí es la de Rebeca, la ex esposa del señor de Winter. Pese a que falleció, sigue presente en cada lugar de la casa.

De hecho, su habitación de estilo art decó, que parece de hielo, permance intacta, al igual que las sábanas y las finas servilletas que llevaban bordada su inicial.

Su sombra persigue a la joven y hasta parece verla dentro de la mansión, pesa a que nunca la conoció. Su recuerdo también atormenta a Max y pronto su romance se convierte en algo parecido a una pesadilla.

A algo así se parece la legendaria fiesta de disfraces de Manderley que la señora de Winter decide retomar y que termina en una noche surrealista y aterradora.

Pronto la joven comienza a abrir los ojos y a descubrir que tras la perturbadora presencia de Rebeca hay misterios y secretos, los que todas las familias aristrocráticas esconden bajo la alfombra.

Así, la película te lleva de una historia de amor soleada y luminosa, a una relato gótico sombrío y cubierto por la niebla, en el que hay romance, supenso, misterio y algo de terror, pero al que le falta pasión.

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