Van Gogh en la puerta de la eternidad: pintor pinta a pintor

Van Gogh en la puerta de la eternidad: pintor pinta a pintor

Esta semana llega a los cines Van Gogh en la puerta de la eternidad, la película recién nominada a un Oscar protagonizada por Willem Dafoe.

Decía Robert Bresson, primero pintor y luego cineasta: “No se puede haber sido pintor y dejar de serlo”.

Si la fórmula se aplicara a Julian Schnabel, que se dedicó por décadas a la pintura antes de irrumpir en el cine con un retrato del artista neoryorquino Jean Michel Basquiat (Basquiat, 1996), entonces se justifica prestar mucho ojo a su primera película en llegar a estos pagos desde La escafandra y la mariposa (2007): Van Gogh en la puerta de la eternidad.

Candidata a un Oscar por el protagónico de Willem Dafoe, la cinta carga por defecto con un fardo pesado: una filmografía que incluye al Vincent torturado –y pasado de rosca- de Kirk Douglas en Sed de vivir, al tipo parco y misterioso que inventó Maurice Pialat en Van Gogh, e incluso al Martin Scorsese maniático, y ya con una oreja menos, de Los sueños de Akira Kurosawa. Pero se la echa al hombro.

Concebida a partir de una exposición del Museo d’Orsay, la cinta instala al holandés en Arles, localidad francesa a la que llega en el invierno de 1888, acaso huyendo de París con la idea de ver las cosas, literalmente, con una nueva luz. Tiene 35 (moriría dos años más tarde), se muere de frío y la gente de pueblo no lo mira bien.

Pero ahí sigue, retratando cosas que la mayoría no considera bellas, como las raíces de los árboles, y sosteniendo una amistad difícil con Paul Gauguin (Oscar Isaac). En soñar e imaginar al personaje, la película triunfa al mostrarse intuitiva y jugada, al relacionar con bríos al creador y su creación, no resultando en este esfuerzo impostada ni mañosa (cosa que pasa tan seguido).

Menos logrado es el modo que tiene de instalar históricamente a Van Gogh, donde parece ceder a la tentación, presente hasta en su propio título, de pensar retrospectivamente en el artista visionario, de hacer futurología con el diario del lunes en la mano.

DIRECCIÓN: Julian Schnabel

PROTAGONISTAS: Willem Dafoe, Oscar Isaac, Rupert Friend

GÉNERO: Drama histórico

EDAD: Todo espectador

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