El reto del beso: una nueva y entretenida serie brasileña de suspenso

El reto del beso: una nueva y entretenida serie brasileña de suspenso
El reto del beso | Netflix

Un pueblo ganadero es el escenario de esta nueva serie brasileña de Netflix, donde sus habitantes más jóvenes son afectados por una extraña enfermedad que se transmite al besarse.

En abril de 2019, el Director Ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, dio a conocer el proyecto de realizar, en pocos meses, 30 producciones originales brasileñas. Un plan que en lo que va de 2020 ya cuenta con las series Omnisciente, Reality Z y, desde hoy, El reto del beso.

Una serie que apuesta por la ya conocida mezcla de suspenso y jóvenes, pero con un ingrediente adicional que llama mucho la atención en medio de una pandemia. El eje de su relato es un brote epidémico causado por una infección que se contagia al besarse.

La historia tiene como escenario Progresso, un tranquilo pueblo ganadero en el interior de Goiás, en el centro del territorio brasileño. Su aparenta calma sufre un quiebre a la mañana siguiente de una fiesta, cuando una de las asistentes descubre una mancha en sus labios.

El reto del beso | Netflix

Su nombre es Bel (Luana Nastas) y fue al encuentro al igual que todos los alumnos de los cursos secundarios del Instituto Modelo, entre ellos su mejor amiga Fran (Iza Moreira). Y es ella la última en ver a Bel antes de que la lleven al hospital.

Mientras la internan, el resto de los estudiantes continúan con normalidad sus vidas. A excepción de Fran, Alex (Caio Horowicz) y Chico (Michel Joelsas), quienes tratan de encontrar el origen de la extraña enfermedad que dejó muy grave a su amiga.

Después de descartar la provocara una droga que varios consumieron en la fiesta, llegan a la conclusión de que su origen está en la “orgía de besos” en la que todos, o casi todos participaron. Algo que se confirma cuando otro de los que fueron cae enfermo.

Una singular y efectiva trama

Poco a poco se van sumando infectados y también comienza a crecer la preocupación entre los padres de los jóvenes. Los mismos que intervienen en el entierro de la primera víctima mortal de la infección, no dejando que la entierren en el cementerio local.

Pero no solo el contagio es parte de los problemas que sufren los habitantes de Progresso. También están latentes las diferencias sociales, en especial entre los ganaderos y sus trabajadores, además de los conflictos que algunos tienen para aceptar su sexualidad.

Sin embargo, no todos los adolescentes están dispuestos a que esta nueva realidad afecte sus existencias y merme su libertad; en especial cuando los integrantes de una secta los hacen partícipes de su particular modo de enfrentar la vida.

Una rebeldía que se suma a las revelaciones que aparecen lentamente a lo largo de los seis capítulos que conforman El reto del beso, una serie donde se hace patente el dicho que versa “pueblo chico, infierno grande” y ratifica el buen nivel de las producciones de Brasil.

No solo posee buenas actuaciones y acabada fotografía -en lo que contribuye su bello escenario natural- , sino que el ritmo y la singularidad de su trama hacen de la creación de Esmir Filho una de las más atractivas apuestas brasileñas de Netflix en lo que va del año.

Y si bien El reto del beso se dirige a un público joven -y con discernimiento, por la inclusión de sexo y uso de drogas-, la puede disfrtuar cualquier adulto que busca una serie entretenida y bien realizada. A pesar de mostrar un contagio cuando vivimos una pandemia.

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