El amplio mundo de la animación para adultos sigue expandiéndose dentro del catálogo de Netflix con Hoops, su última adición y una de las series con el protagonista más deslenguado de los últimos tiempos: Ben Hopkins.

Este último es el entrenador del equipo de básquetbol de la secundaria Lenwood, ubicada en alguna perdida ciudad del sureño Kentucky, que posee una de las bocas más rápidas y obscenas de su comunidad, de la que hace gala cada día.

Su sueño es lograr algún día entrenar a un equipo profesional, además tener una piscina infinita -aquellas que parecen extenderse en el horizonte-; pero hasta ahora debe resignarse con guiar las vidas deportivas de un singular grupo de jovencitos.

Pero la habilidad con el balón de estos es nula, por lo que Hopkins debe convencer de ingresar al equipo al único estudiante de la secundaria que podría ser su jugador estrella, para así conservar su trabajo. Su nombre es Matty y posee más de dos metros de altura.

Sin embargo, el entrenador tiene otros problemas. Como la constante negación a otorgarle el divorcio a su ex mujer, la criadora de caballos Shannon, quien ahora está de novia con su mejor amigo y ayudante en los entrenamientos, el calmado Ron.

A esto se suma la difícil relación con su padre, Barry Hopkins, una ex estrella local del baloncesto y actual dueño de un restaurante familiar que es todo lo opuesto a su único hijo, y tampoco se molesta en ocultar la vergüenza que este último le hace sentir a menudo.

Un relato descarado y con buenos secundarios

Así, con los problemas de Ben tanto dentro como fuera de la cancha, la serie creada por el también comediante y cantante Ben Hoffman va conformando cada uno de sus 10 capítulos. Los que se transforman en una continua muestra de irreverencia y referencias sexuales.

Una mezcla ya utilizada por programas animados para adultos, que acá adquiere, por momentos, una forzada y algo errática resolución, donde el personaje principal -que en la versión original tiene la voz de Jake Johnson- está lejos de de ser lo más atractivo del relato.

Esa función acá recae en sus personajes secundarios. Como en la también deslenguada, pero no menos atractiva directora de la secundaria Lenwood, Opal; o en Ron, quien con su calmada actitud puede soportar a Ben y además robarse las escenas.

Algo que se hace más notorio cuando se piensa en el catálogo actual de series animadas para adultos de Netflix, que tiene entre sus títulos a destacadas producciones como BoJack Horseman, Big Mouth y la reciente The midnight gospel.

Sin embargo, no todo está perdido para Hoops, ya que cuando se termina de ver su decena de episodios se llega a la conclusión que, cambiando un poco a Ben y su complicado entorno, sería bueno saber que será de su animada existencia en una segunda temporada.

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