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Punto País, el restaurante que se las juega por los sabores nacionales

Por Damaris Torres30 Nov 2018

Comer

Punto País, el restaurante que se las juega por los sabores nacionales — Foto: Valentina Miranda Vega.

Si de productos ricos y chilenos se trata, entonces la opción está en este café y restaurante de Ñuñoa. Lo reconocerás por el mural de su terraza y por los platos que prepara a diario el chef Carlos Rodríguez, los que son simplemente adictivos.

Hace un año abrió en la calle Simón Bolívar, casi al llegar a Holanda, el restaurante y café Punto País, uno que tiene un mural que hizo el artista Héctor Vergara en su fachada, con copihues, maquis, uvas y pájaros como el chincol y el Martín Pescador.

No es al azar que están todas estas imágenes ahí. La razón es que sólo trabajan con emprendedores que se las juegan por rescatar los sabores nacionales.

Es así como encontrarás preparaciones con licor Araucano, harina tostada, berenjenas, cordero y quinoa, por nombrar algunos de los insumos que usa a diario el chef Carlos Rodríguez.

Ahora están inaugurando una barra de coctelería de autor que es imperdible. Sobre todo, porque puedes ir a degustarlos en una terraza tranquila y fresca, gracias a los árboles -algunos de hace 40 años-, como un limón, un olivo, un mandarino y un aromo.

Además, puedes llevar a tus hijos (hay un espacio de lectura para ellos) o ir con tus perros (les ponen un plato con agua) a tomar un café, a almorzar, comer, o a tomar un buen trago.

Qué probar

Lo mejor de este lugar es que puedes llegar a toda hora a degustar algunas de sus preparaciones.

Si vas por la mañana o a la hora del té, por ejemplo, puedes pedir un buen café con un generoso trozo de torta, como la de “merengue lúcuma” ($ 2.600) que son hechas en el día, o con un alfajor de manjar casero y una masa tan blandita que se deshace en la boca ($ 1.800).

Si vas al almuerzo o a la comida te vas a la segura con una “sopa fría de tomate natural” ($ 4.400) que, además, tiene trocitos de pepino, huevos de codorniz, hojas de betarraga y apio, flores de cilantro y un toque de aceite de albahaca.

Después puedes seguir con un plato de “cordero” ($ 13.200) de cocción doble, en aceite y en horno, y cubierto con un crocante de harina tostada. Lo sirven acompañado de un suave charquicán.

Otra opción es el “milhojas de pescado blanco” ($ 7.800) que consiste en láminas de pescado fresco (por ejemplo una merluza austral) intercaladas con tomate y cebollas asadas en una vinagreta de mostaza casera increíble.

¿Postre? El “colegial pituco” ($ 3.500), el clásico budín de pan que acá lo hacen con una consistencia como de flan gracias a que lleva leche condensada y caramelo, además de manzanas caramelizadas y una bola de helado.

Para tomar

Acompaña cualquiera de tus platos con algunos de los cocteles que hace el bartender Joao Varas, como el Araucano Sour ($ 3.700) que lleva este licor de hierbas, además de limón, azúcar y goma. Otro que es una delicia es su sangría que puedes pedir en copa ($ 4.000) o en jarra ($ 12.000), y que se compone de vino tinto, jugo de pomelo y trozos de durazno.

Ojo, algunos de los productos que se usan en este restaurante podrás comprarlo en la tienda que tienen ahí mismo.