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Verde Sazón, el restaurante que conquista los paladares vegetarianos

Por LT Finde18 Oct 2017

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Verde Sazón, el restaurante que conquista los paladares vegetarianos

Pensado para paladares vegetarianos y veganos, Verde Sazón está en pleno barrio Italia con platos creativos y llenos de sabor.

¿Se acuerda del día que nevó en Santiago? Fue el sábado 15 de julio de este año, el mismo día que abrió sus puertas Verde Sazón, el restaurante que la está rompiendo en barrio Italia con su carta que solo tiene platos vegetarianos y veganos.

El chef a cargo es Roberto Luque, quien heredó de sus padres la pasión por la cocina y que, luego de un paso por Australia —donde experimentó estilos y sabores en distintos restaurantes—, apostó por abrir un lugar en que no hubiera ningún plato con carne.

Porque, según su filosofía, ser vegetariano no implica comer solo lechuga o ensalada; y su carta lo demuestra.

Es decir, todos los platos son contundentes, bien presentados y muy sabrosos.

Para partir, muy recomendada está la “trilogía de tostadas a lo verde” ($ 9.600), que son seis pancitos hechos de masa madre y que llevan encima tres combinaciones distintas.

Una de ellas es el “hummus de betarraga“, con palta, frutillas, hojas verdes, dukkah y chips de kale, muy crocantes, de sabor profundo y un poquito picante.

Lo bueno es que para empezar también puedes pedir un aperitivo que va en la línea, un “pisco sour vegano”, que no lleva clara de huevo, sino pisco @piscoaviador , syrup de ágave orgánico infusionado con jengibre, jugo de lima, matcha, menta y aquaba.

Y para el segundo tiempo hay seis opciones distintas, una de ella, la “palta asada” ($ 5.900), grillada a la parrilla, con queso de cabra ahumado, quínoa, tomate, pepino, salsa de yogurt y pesto de cilantro.

En tanto, la otra es el “risotto de betarraga y queso azul” ($ 7.500), cremoso, de color rosado, y una explosión de sabor en cada bocado.

Si eres vegano o celíaco, también hay opciones: el “gado gado”, que son tallarines de arroz, con cebolla morada, un mix de verduras salteadas, acompañados por una salsa indonésica de maní y cilantro.

Los más dulceros, no deben dejar pasar el postre “se me cayó el cheescake” ($ 3.600), una destrucción creativa servida en masas de galleta, con frutillas y salsa de berries.

No te decepcionará.

Y ojo, que ahí mismo todos los días preparan distintos jugos prensados ($ 2.700 el vaso), que tienen distintos sabores, dependiendo de las frutas de la estación.