Por Loreto Aravena

La premiada cineasta estrena el 8 de junio, en salas locales, su documental Los Niños, sobre los obstáculos con los que se topan las personas con síndrome de Down para concretar sus sueños. Acá, entrega buenos datos para disfrutar del género que más le gusta.

—¿Qué plataforma usas para ver documentales?
—“En general, los veo en festivales, pero algunos clásicos los busco en la página Las naranjas de Hiroshima. Ahí vi la última de Alan Berliner, First cousin, once removed. Los veo también en Netflix; de los últimos que me gustó fue The wolfpack”.

—¿Alguna cinta de alto compromiso social que te haya atrapado?
—“Recomendaría 12 Horas 2 minutos, una película uruguaya sobre el trasplante de órganos, que se plantea como una película urgente. Generó cambios en Uruguay… A la salida de la película había una campaña que llamaba a inscribirse, y como hizo varias giras en el país, aumentaron los donantes ahí”.

—¿Qué sala de cine hay que pisar una vez en la vida?
—“Una del Eye Museum, en Amsterdam. Es el museo del cine y está en la mitad del agua. Tiene un restaurante con vista a uno de los canales y uno se siente adentro de un barco. Las exposiciones sobre realizadores o técnicos del cine son alucinantes y su programación también; hay desde películas más comerciales hasta cine arte”.

—¿Una red social en la que te pierdas por harto rato?
—“Pierdo mucho tiempo viendo fotos en Instagram, sobre todo de recetas y comida. Incluso, compro por Instagram. El otro día compré hasta huevos en @granjaoporto”.

—Vives en el barrio Vaticano Chico. ¿Dónde almorzar bien por ahí?
—“En el Sawasdee (Calle de La Ollería 962), un pequeño restaurante thai que tiene todos los clásicos a buenos precios y atienden rápido. Están pensando dar almuerzos en horario de oficina”.