Chicas Perdidas: La conmovedora mirada de Netflix a un caso real

Chicas Perdidas: La conmovedora mirada de Netflix a un caso real
Chicas perdidas | Netflix

La documentalista Liz Garbus dirige el drama original de la plataforma, que revive la búsqueda de una madre por su hija desaparecida.

A lo largo de dos décadas, un sicópata atacó a varias jóvenes en la costa de Long Island, en Estados Unidos. Un caso que todavía no se ha cerrado del todo, ya que nunca se descubrió al autor, y que revive en Netflix con Chicas Perdidas.

Un drama original de la plataforma que tiene como base la novela Lost Girls, del periodista Robert Kolker, y como eje de su relato a Mari Gilbert (Amy Ryan), quien al inicio de la cinta vive con sus dos hijas pequeñas en el poblado de Ellenville.

A unos cuantos kilómetros de allí, en New Jersey, habita su hija mayor Shannan, quien prometió visitarla para además darle algo de dinero, ya que Mari sobrevive a duras penas con los dos trabajos mal remunerados que posee.

Pero la muchacha no aparece para la cena familiar y, tras algunas horas de no saber nada de ella, su madre decide viajar a New Jersey con sus otras dos hijas, Sherre (Thomasin McKenzie) y Sarra (Oona Laurence).

Una vez en el lugar, Mari descubre que nadie sabe qué ocurrió con Shannan y comprueba además que ella trabajaba como prostituta, y tras la visita a un cliente en la comunidad costera de Oak Beach se le perdió la pista.

Desesperada, la mujer recurre a la policía local sin mayor respuesta. Sin embargo, el descubrimiento de cuatro cadáveres en una de las playas del sector activa una alarma que podría estar relacionada con la desaparición de Shannan.

Esto porque los cuatro cadáveres descubiertos accidentalmente corresponden a muchachas que también trabajaban como escorts, al igual que la hija de Mari.

Una conmovedora puesta en escena

Con este descubrimiento, se abrió un caso poco conocido, donde el accionar de la policía fue lento y poco productivo, ya que las víctimas fueron poco consideradas por trabajar como prostitutas.

Pero fue gracias a la tozudez de la verdadera Mari Gilbert que los medios de comunicación supieron sobre la desaparición de su hija en 2010, abriendo una serie de interrogantes en torno a la figura del denominado Asesino Serial de Long Island.

Una historia que hoy llega a la pantalla de Netflix, bajo la dirección de la documentalista Liz Garbus, con una mirada inquietante y algo sombría, que no dejará indiferente a nadie.

Un relato que conmueve por la historia que revive y también por la gris atmósfera en que se mueven sus protagonistas. Además de las actuaciones de su elenco, donde destaca Amy Ryan como una madre dispuesta a todo por la verdad.

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