Con la llegada de Queen Sono en febrero pasado a su catálogo, Netflix dio la bienvenida a su primera serie original sudafricana. Un título al que ahora se suma ¿Cuánto pesa la sangre?, una producción que continúa por el camino del suspenso, pero enfocada en los adolescentes.

Sin embargo, también coinciden en que sus protagonistas son mujeres. En el caso de la primera con Pearl Thusi como una audaz agente secreta y en el de la nueva y juvenil apuesta, con la debutante Ama Qamata como Puleng Khumalo.

A esta última se le conoce cuando su familia celebra junto a un grupo de amigos una fecha clave en sus vidas: el cumpleaños 17 de su hermana mayor. Sin embargo, lo hacen sin la presencia de la chica, ya que ella fue secuestrada poco después de nacer.

Un verdadero trauma que sigue afectando a su madre y su padre y que revive con fuerza cuando a este último lo toman preso y lo acusan de ser parte del rapto de su primogénita, ante los ojos de una asustada e impotente Puleng.

Pero el destino parece tener una respuesta para la muchacha, ya que en una fiesta de jóvenes acomodados de Ciudad del Cabo conoce a Fikile Bhele (Khosi Ngema), quien acaba de cumplir 17 años y, como le hacen notar, tiene un parecido con ella.

¿Será Fikile la hermana que no conoció? Para responder a esta interrogante, Puleng pone en marcha un plan que tiene entre sus pasos ingresar a la exclusiva secundaria donde ella estudia, para obtener una muestra que se pueda usar en un test genético.

Con un poco de suerte, además de la ayuda de Wade (Dillon Windvogel), a quien conoció en la fiesta y coincidentemente es hijo de la rectora del Parkhurst College, la jovencita logra entrar en esta prestigiosa escuela privada para comenzar su búsqueda.

Suspenso y crecimiento juvenil

Con Puleng en medio de las imponentes instalaciones de su nueva escuela, se comienza a tejer una trama donde el suspenso es el eje central, pero convive con el drama familiar y conflictos adolescentes que no saben de ubicación geográfica ni color de piel.

Así, mientras en su casa las cosas no van muy bien entre sus padres, la novata investigadora se acerca al grupo de amigos de Fikile, quien además de ser hija de una importante familia local es una destacada alumna y excelente nadadora.

De un día para otro, Puleng empieza a recolectar piezas para saber el verdadero origen de esta estrella escolar, mientras trata de retomar la relación con su mejor amiga, Zama (Cindy Mahlangu), y conoce a nuevos compañeros que cambiarán su vida.

Una búsqueda por la verdad que se combina con el inicio del paso a la adultez de la protagonista, donde enfrentará los traumas de su familia mientras moldea su personalidad y a su alrededor sus compañeros y amigos experimentan con la sexualidad y las drogas.

Elementos que son parte de las existencias de los adolescentes de cualquier rincón del mundo y son claves para complementar el entretenido y bien elaborado relato en tono de thriller de ¿Cuánto pesa la sangre?

Una apuesta de Netflix que si bien recuerda a varios espacios juveniles del momento que han optado por el suspenso -en especial a su famosa serie española Élite-, logra encontrar su propia identidad y abre aún más las puertas a las producciones africanas.

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