La historia de ESPN con el género documental es larga, como bien lo ejemplifica su serie 30 for 30. Sin embargo, tras su alianza con Netflix para producir El último baile, la cadena deportiva marca un hito, tanto en audiencia como en la calidad de este tipo de espacios.

Esto, porque la docuserie centrada en Michael Jordan y la temporada 1997-98 de los Chicago Bulls se convirtió en un suceso en EE.UU. tras su debut el domingo en Norteamérica, totalizando una media de 6,1 millones de espectadores.

Pero a esta cifra todavía hay que sumar la indeterminada cantidad de público que la ha visto a nivel mundial, luego de que este lunes sus dos primeros episodios llegaran a Netflix. Los mismos que sólo en Chile ya se transformaron en lo más visto de las últimas horas.

Dos capítulos de una docuserie que tiene como punto de partida el otoño de 1997, cuando los Chicago Bulls inician su temporada 97-98 con la ilusión de sumar un nuevo título de la NBA a los cinco que ya han ganado, teniendo como figura clave a Michael Jordan.

Así, la docuserie tiene como eje de su relato a uno de los períodos claves del equipo, cuando su entrenador Phil Jackson había llegado a un acuerdo con el gerente de los Chicago Bulls, Jerry Krause, para que esa fuese su última temporada como técnico.

Y como lo había hecho al inicio de todos sus periodos a cargo, Jackson bautizó la temporada y la nombró como The Last Dance (el último baile). Una época que, como lo saben los amantes del básquetbol, también sería la última para Jordan junto a los Bulls.

Entretenida y atrapante serie

Una temporada que sirve también para recordar la vida deportiva de Jordan, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos. Desde su llegada a los Bulls en 1984 o aún más atrás, cuando de niño competía con su hermano Larry por la atención paterna.

Historias de superación y entrega que, en sus dos primeras entregas, también se nutren de lo vivido por Scottie Pippen, quien creció junto a 12 hermanos en una pequeña localidad de Arkansas para años más tarde ser el principal asistente de Jordan en la cancha.

A esto se suman revelaciones menos heroicas, como cuando en uno de sus primeros viajes junto a los Chicago Bulls -que a inicios de los 80 no era uno de los cuadros más importantes de la NBA-, Jordan vio cómo sus compañeros consumían drogas en un cuarto de hotel.

Una sucesión de hechos biográficos, deportivos y anecdóticos que, con tan solo dos de sus capítulos, hacen de El último baile una de las más entretenidas series documentales de Netflix, que puede ser vista tanto por amantes del deporte como por el público en general.

Dos de un total de 10 episodios, que según promociona ESPN tienen más de 100 entrevistados -de los que ya se ha visto a figuras como los ex presidentes Barack Obama y Bill Clinton-, a las que cada lunes se sumarán dos nuevos episodios hasta el 18 de mayo.

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