Hace poco días, el viernes 5 de octubre, Netflix estrenó una nueva serie española que se convirtió rápidamente en un todo fenómeno. Se llama Elite y seguro que si viste La Casa de Papel esta producción original de la cadena de streaming te traerá más de algún recuerdo.

Y es que este drama juvenil —recomendado para mayores de 16 años por tener altas dosis de sexo, drogas y violencia— tiene un elenco encabezado por tres de los actores que participaron de la producción ambientada en la Casa de Moneda y Timbre.

Ellos son María Pedraza (el “corderito”, Alison Parker), Miguel Herrán (Río, el novio de Tokio) y Jaime Lorente (que encarnó a Denver). Un trío que se complementa a la perfección con los otros ocho jóvenes que dan vida a este drama con toques de suspenso y comedia.

La historia

Todo ocurre en Las Encinas, el colegio privado más exclusivo de todo España al que asisten los hijos de las personas más poderosas e influyentes del país.

La historia comienza cuando Samuel (Itzan Escamilla), Nadia (Mina el Hammani) y Christian (Herrán), tres jóvenes de clase baja, son becados en Las Encinas luego de que el colegio público al que iban antes quedara en ruinas.

Ellos ingresan al curso de Marina (Pedraza) y Guzmán Nunier (Miguel Bernardeau), los hijos de un cuestionado empresario involucrado en el derrumbe del colegio al que asistían previamente.

Tras su llegada, poco a poco comienzan a hacerse evidentes los prejuicios de los alumnos de Las Encinas con los nuevos estudiantes.

Aunque no todos los niños ricos son así. Rápidamente Marina se hace amiga de Samuel y de su hermano Nano (Lorente); Christian entabla una curiosa relación con Carla y Polo; y Nadia es seducida por Guzmán, uno de los chicos más populares del colegio.

Las cosas comienzan a enredarse cuando Marina —que es ceropositiva— se involucra con Nano, que acaba de salir de la cárcel. Son las malas decisiones de esta pareja lo que tensa tanto la situación al interior del colegio, al punto que la fiesta de fin de año termina con un violento y misterioso asesinato.

¿Por qué verla?

Dirigida por Ramón Salazar (Tres metros sobre el cielo) y Dani de la Orden (El mejor verano de mi vida), Elite es una de esas series que puedes terminar fácilmente en un día. Porque además de tener sólo ocho capítulos de casi 50 minutos cada uno, desde que comienza la serie sigue un ritmo que no decae hasta que concluye.

Uno de sus puntos altos es que trata con inteligencia temas polémicos y muy relevantes para la juventud de hoy, como el contagio del VIH, las relaciones homosexuales, el consumo de drogas, la violencia en los colegios y la dura discriminación de las clases económicamente ricas a los más pobres.

Lo mejor es que al hacerlo no abandona el hilo principal de la historia, de hecho, al final logra atar cada uno de los cabos sueltos y plantear interrogantes para un próxima temporada.

Eso sí, hay que decir que a ratos las “influencias” de otras series se hacen demasiado evidentes.

La banda sonora —cuando no suenan los hits pop del momento—, por ejemplo, es un elemento que ayuda a crear tensión a lo largo de la historia. Pero que esta tenga un reloj como eje central recuerda demasiado a series como La Casa de Papel o películas como Interstellar de Cristopher Nolan.

Otra “influencia” bastante utilizada en Elite es la escena en que los protagonistas son interrogados por la policía acerca de un crimen del que, hasta ese momento, no sabemos nada. Un recurso eficaz, sobre todo al momento de entregar al espectador información relevante sobre el misterioso crimen, y para generar saltos temporales hacia el pasado.

Big Little Lies, True Detective, The Sinner y hasta La Casa de Papel son algunas de las series que usaron esta herramienta anteriormente con bastante éxito.

Considerando lo anterior, Elite es una de las buenas series originales de Netflix estrenadas en 2018, por eso ya confirmaron la realización de una segunda temporada.

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