Feel Good es una de las grandes comedias dramáticas que han salido en de Inglaterra en los últimos años.

Estrenada en Netflix el 19 de marzo, su suma así a otras recomendables producciones británicas de este género,  como After Life, del comediante Ricky Gervais, o Fleabag, de la actriz inglesa Phoebe Waller-Bridge y que arrasó el año pasado en los premios Emmy y Globos de Oro.

Realizada por la comedianta canadiense Mae Martin, en esta historia ella se interpreta a sí misma, una standupera que vive en Inglaterra. 

Un día, en un show conoce a George (Charlotte Ritchie ), de quien queda flechada. Luego de eso, inician una relación y se van a vivir juntas.

Aunque la convivencia no será miel sobre hojuelas. Mae se da cuenta que al parecer es adicta a este amor, mientras que George está en su primera relación lésbica y por eso todo lo que está experimentando es nuevo.

A eso se suma que Mae es una ex adicta a la cocina y la presión de vivir con alguien que todavía no se admite a sí misma que es lesbiana, la llevará a tambalearse entre volver a su adicción o mantenerse alejada de la cocaína.

Grandes personajes

Em esta producción no solo destaca su gran historia, sino también sus personajes y actuaciones, que son simplemente fantásticas.

Primero hay que hablar de las protagonistas. Mae Martin hace un papel increíble, ya que te hace vivir su ansiedad e inseguridad dentro de su relación. Y su humor negro es muy gracioso.

Además, la actriz Charlotte Ritchie te hace sentir su incomodidad, al de no saber qué hacer al tener que admitir hacia sus amigos, familia y ella misma que está entrando en una relación lésbica, 

Junto a ellas Lisa Kudrow, quien interpretó a Phoebe en Friends, hace un personaje fantástico como la madre de Mae. Y hay otros secundarios que hacen que cada capítulo sea fantástico, como el roomie de George o la madrina de Mae.

Una historia adictiva

Esta historia, de solo seis capítulos de 25 minutos cada uno, es tan adictiva, que perfectamente la devorarás en una tarde.

Feel Good es una comedia rápida, con un ritmo como si estuviera “en coca”, lo que no es algo malo, ya que te mantiene pendiente en todo momento y no te puedes despegar de la pantalla.

Además, la velocidad va de la mano con el humor negro, lo que junto los giros, el retrato de las inseguridades y los temas actuales que toca, convierten a Feel Good es una serie obligada de ver. 

Ver en Netflix