Las series estadounidenses y británicas son las que más nutren la parrilla programática de Netflix. Pero hay varias producciones españolas que se han convertido en exitazos, desde La Casa de Papel hasta Las chicas del cable.

La última serie hispana que está marcando tendencia es Paquita Salas. De hecho, ya te debes haber topado con su nombre en un hashtag de Twitter, prueba de que hay que ponerle ojo ahora que se acaba de estrenar la segunda temporada de esta sátira afilada sobre el mundo del espectáculo.

Lo que aquí se presenta es la cómica y, a la vez, triste historia de una mánager de artistas, una que fue muy exitosa en los 90, pero que ahora está de capa caída y representa a famosillos de poca monta, esos a los que no les sobran las lucas, pero sí las ganas por llegar a ser “alguien” en el mundo del cine y la TV.

Paquita conduce sus carreras con aciertos y desaciertos. Sus andanzas hacen reír, y mucho, sobre todo cuando saca a colación dichos como: “una actriz 360 es buena en drama, buena en comedia, sabe cantar y sabe bailar, que es un extra muy bueno”.

Pero la serie también hace brotar esos lagrimones casi involuntarios al presenciar este espectáculo falso y a veces patético, lleno de luces que se apagan en un abrir y cerrar de ojos. Un mundo que, además, ha cambiado desde los 90 y al que Salas asiste, pero no entiende bien.

Un personaje con alma

Brays Efe, el actor detrás de Paquita, llena con gracia y talento la producción. Si hay algo que a Paquita Salas le sobra es humanidad y alma, y eso es en gran parte gracias a Efe. Lo secunda de manera brillante Belén Cuesta, quien interpreta a Magüi Moreno, la fiel colaboradora de la mánager.

La primera temporada de la serie fue muy comentada en 2017, cuando aterrizó en Netflix, y este segundo ciclo está afianzando su éxito y colocando a Paquita Salas entre las imperdibles de nuestro invierno. Tanto, que ya aseguró una tercera temporada para 2020.

Ojo también con la música de la serie, llena de históricos, desde Julio Iglesias (A mi manera) hasta Olé Olé (No controles).

Click acá para verla en Netflix.