Bob Dylan llega a Netflix con un fascinante documental dirigido por Martin Scorsese
Se acaba de estrenar en Netflix Rolling Thunder Revue, el fascinante documental de Martin Scorsese sobre la gira más recordada de Bob Dylan.
Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese posee todo los ingredientes para ser un acontecimiento.
Tiene una historia potente, la de la mítica y estrafalaria gira Rolling Thunder Revue; un director legendario, Martin Scorsese; y un protagonista que es un mito viviente, Bob Dylan.
Eso explica también que este documental, que se estrenó este 12 de junio, fuera uno de los más esperados en Netflix.
Aunque en realidad se esperaba desde hace décadas, desde que finalizó este tour que Dylan y otras estrellas de la época, como Joan Baez y Allen Ginsberg, dieron por EE.UU. y Canadá entre 1975 y 1976.
Hasta ahora solo se conocían fragmentos de este espectáculo y algunos testimonios valiosos, como el libro sobre la gira que publicó el poeta y dramaturgo Sam Shepard.
Por eso fue creciendo el mito en torno a esta gira, de la que, asegura Dylan en el documental, “no queda nada vivo, solo cenizas”.
Aunque la verdad es que sí quedaba algo: filmaciones inéditas que Martin Scorsese (quien ya había trabajado con el autor de Like a Rolling Stone en No Direction Home) rescató del olvidó y transformó en el que es desde ya uno de los títulos imprescindibles de 2019.
Tras bambalinas de la Rolling Thunder
Verano de 1975. La Guerra de Vietnam recién terminaba y EE.UU. se preparaba para celebrar el Bicentenario de su Declaración de Independencia.
Con el sueño americano roto, Bob Dylan se embarca en una estrambótica gira, una especie de circo de variedades que se paseó por lugares a los que jamás llegaría una estrella de su talla.
Lo acompañaban otros músicos, como Joan Baez, Joni Mitchell y Ramblin’ Jack Elliot, pero también poetas, dramaturgos y otros personajes de la contracultura de los años 70.
Ahí también estuvo Stefan van Dorp, un supuesto cineasta que con su cámara habría filmado a color todo lo que pudieras imaginar de esta Rolling Thunder Revue, desde los conciertos hasta el tras bambalinas.
Eso es lo que dice él y Dylan, pero la realidad es que ese cineasta nunca existió, porque los registros son los que captó el equipo de grabación que los acompañó en los espectáculos.
Y es que ahí te das cuenta -si es que eso no ocurrió antes- de que este filme es en verdad una mezcla de documental y ficción, un juego muy Dylanesco en el que cuesta distinguir el mito de la realidad.
Es una obra de arte con múltiples lecturas e interpretaciones, que más tratar de entender, invits a dejarse llevar por el fascinante truco creado por Dylan y Scorsese.
Por eso, al final de cuentas no importa si fue real o no esa conversación-filtreo entre Dylan y Joan Baez, o el relato de la actriz Sharon Stone, quien asegura haber conocido al trovador y haberse sumado a la Rolling Thunder.
¿Importa eso cuando Scorsese arma una secuencia memorable que junta a Sharon Stone, el grupo Kiss y el teatro kabuki? Claro que no.
La verdad según Dylan
Varios de quienes participaron en la Rolling Thunder Revue se ponen hoy frente a la cámara para recordar aquella gira.
Desde Joan Baez hasta Ronee Blakey, pasando por Ramblin’ Jack Elliott, Roger McGuinn y hasta el supuesto Stefan van Dorp aparecen entrevistados en el documental.
Pero quien lo eclipsa todo es el huracán Dylan, quien concede a Scorsese la primera entrevista que da en años.
Jugando al despiste desde el comienzo, el Premio Nobel de Literatura “abre” aquí una ventana para que las nuevas generaciones puedan conocer parte al mito y apenas una parte del hombre.
Sin embargo, una vez más Dylan juega a ser Dylan, y sus respuestas dejan más dudas que certezas. Como siempre, permite que el mundo sepa solo lo que él quiere que sepa de él.
“Cuando alguien usa máscara, te dirá la verdad. Cuando no usa, es poco probable”, asegura hoy Dylan en el documental, esquivando a la cámara y desenmescarado.
Donde sí vemos máscaras es sobre el escenario, ese que estos músicos vestidos de carnaval asaltaban cada noche para convertirse en la versión más extraña de sí mismos.
Solo ahí es donde se deja ver la verdad, en esas canciones en las que vemos al trovador en estado de gracia, llevando el rock a un nivel superior, con su poesía intentando domar al caballo desbocado y libre que fue esta banda única e irrepetible.
La verdad está en las interpretaciones de Simple Twist of Fate, de A Hard Rain is Gonna Fall o de esa incendiaria Hurricane, inspirada en la historia de Rubin Carter, el boxeador acusado injustamente de un asesinato triple.
En esta gira, remata el siempre sabio Ginsberg, “descubrimos un poco nuestra verdad”. Lo quisiera Dylan o no.
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