Selena: la serie, una mirada familiar al inicio de la leyenda musical
La nueva serie original de Netflix revive el ascenso a la fama de Selena Quintanilla, la rey del tex-mex y leyenda de la música latina.
A fines de marzo de 1995, Selena Quintanilla decidió pedirle explicaciones sobre un mal manejo financiero a Yolanda Saldivar, su amiga y dirigente de su grupo de fans, recibiendo como respuesta un disparo que le quitaría la vida, pero que daría paso a su leyenda.
Una tragedia que choqueó a su familia y a los cientos de fanáticos de la cantante denominada la “reina” de la música tejana, y cuya historia ha inspirado biografías, documentales y hoy, tras su paso por el cine en 1997, llega a Netflix como Selena: la serie.
Un espacio que, dividido en nueve episodios, aborda la primera etapa de la joven estrella, desde su infancia hasta finales de los 80; desde el día que su padre descubrió el talento de su hija más pequeña hasta que empezó a codearse con los grandes de la música.
Y cuyas primeras imágenes muestran a Selena (Christian Serratos) cuando en compañía de sus hermanos, A.B. (Gabriel Chavarria) y Suzette (Noemi Gonzalez), llega a Chicago a inicios de 1994, poco antes del anhelado lanzamiento de su primer álbum en inglés.
Allí recibe la bienvenida de cientos de fanáticos, mientras expone la humildad que nunca perdió ante su creciente fama y reafirma el estrecho lazo con su familia. La misma que fue el eje de su carrera y es también el centro de esta serie creada por Moisés Zamora.
Por eso no es de extrañar que pronto su trama viaje al pasado, a inicios de la década de los 70, cuando en su casa de Lake Jackson, Texas, Abraham Quintanilla Jr. descubre el talento vocal de su hija más pequeña, mientras ella canta y juega en el patio.
Una historia familiar
Desde ese momento, el ex cantante del grupo de boleros Los Dinos se pone como meta sacarle provecho al indudable don vocal de su hija de seis años, y suma a sus hermanos a su proyecto: una banda familiar con Selena como su pequeña estrella.
Con instrumentos de segunda mano, comienza la aventura musical de la familia Quintanilla, que con el paso de los meses y años los llevará a recorrer ferias y locales nocturnos de Texas, primero a bordo de la camioneta familiar y después en un viejo autobús.
Y es entre este vehículo- que en un comienzo no tiene asientos ni calefacción-, y su casa en Corpus Christi, que el espacio va dividiendo la acción, con capítulos dedicados tanto a las vivencias de la artista como a las de su familiares y compañeros de banda.
Así se va conociendo la positiva personalidad de Selena, su gusto por la moda y el reencuentro con sus raíces mexicanas; o también cómo su hermano se convierte en padre y esposo, mientras compone canciones que llegarán a los primeros lugares de los rankings.
De esta manera, el programa revive el ascenso a la fama de la artista con su familia como apoyo sentimental y creativo. Todo bajo un halo de positividad y blancura que denota la mano del patriarca Quintanilla como uno de los productores ejecutivos del espacio.
Lo que seguramente dejará una deuda con quienes buscaban conocer el lado b de la cantante, pero permite que Selena: la serie pueda ser vista por público de todas las edades. A la espera de una segunda temporada más pródiga en detalles sobre sus últimos años.
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