A lo largo de los ocho capítulos de la primera temporada de la sarcástica comedia The Politician, Payton Hobart (Ben Platt) se reveló como uno de los personajes protagónicos más complejos de las series juveniles de los últimos años.

Desde su ambición política sin fin de los episodios iniciales hasta su reencuentro con las emociones que desencadenó el no llegar correctamente a la presidencia del centro de alumnos de la secundaria Saint Sebastian y el posterior quiebre con su equipo de campaña.

Más tarde se sumarían otros momentos que irían dibujando su cambio en pantalla, como el remordimiento por no haber dado a conocer antes la verdad sobre Infinity (Zoey Deutch), el haber estado al borde de la muerte y el que su madre adoptiva sacrificara por él su felicidad.

Todo lo que en las emisiones finales del primer ciclo del espacio dejaran a un Payton abatido y sensible, en medio de una bohemia vida en Nueva York donde al parecer ya no había cabida para su sueño de llegar a ser Presidente de EE.UU.

Sin embargo, la reaparición de sus viejos aliados y enemigos lo convencieron de volver a la política para obtener un sillón en el senado estatal de Nueva York. Y es en esta misma senda que el público se reencuentra con Payton en el segundo ciclo de The Politician.

Una renovada etapa donde además son claves dos personajes que fueron introducidos en el final de la primera temporada: la senadora neoyorquina Dede Standish (Judith Light) y su jefa de campaña, la locuaz Hadassah Gold (Bette Midler).

Nueva campaña y renovados conflictos

Con esta batalla entre las campañas de Dede y Payton por el senado estatal como eje, Ian Brennan, Brad Falchuk y Ryan Murphy, creadores y guionistas del espacio, van desarrollando la trama de los ahora siete episodios del segundo ciclo.

Una serie de ágiles capítulos donde nuevamente está presente la ambición de Payton y el incondicional apoyo de su antiguo equipo de campaña, como también sus nuevos aliados, en medio de la habitual estética donde resaltan sus coloridas vestimentas.

Pero además ahora se suman elementos que contribuyen a hacer más atrayente el reencuentro con el joven candidato. Como el que en varias de las emisiones se pueda conocer sobre algunos de los intereses y conflictos de sus secundarios.

Así se sabe cómo James (Theo Germaine), McAfee (Laura Dreyfuss) y Skye (Rahne Jones) viven una tóxica relación de dependencia laboral, y que Infinity sumó a su carrera como escritora una más que consciente batalla contra la contaminación del planeta.

O que Georgina (Gwyneth Paltrow), la devota madre adoptiva de Payton, decidió llevar adelante su propia carrera política por la gobernación de California. Al mismo tiempo que la fluidez sexual afecta tanto a los jóvenes como a los adultos.

Una serie de ingredientes adicionales que agregan ritmo, pero dejan al protagonista de The Politician algo rezagado. Payton ahora lucha contra Dede y su agresiva campaña, como también contra sus conflictivas emociones y otros personajes que eclipsan su estelaridad.

Pero todos los que aprendieron a querer al complejo, pero bien intencionado veinteañero en la primera temporada de su programa, estarán felices con este reencuentro. Y también aquellos que disfrutan con la ironía y singularidad que Murphy otorga a sus creaciones.

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