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Diez rutas para practicar deporte aventura

Desde los cielos de Iquique hasta los paisajes deslumbrantes de las Torres del Paine. La geografía de nuestro país es tan diversa que el año pasado Chile fue premiado como el mejor destino de América Latina para practicar el turismo aventura. Si quiere tener unas vacaciones inolvidables, atrévase con alguna de estas alternativas para vivir […]

Desde los cielos de Iquique hasta los paisajes deslumbrantes de las Torres del Paine. La geografía de nuestro país es tan diversa que el año pasado Chile fue premiado como el mejor destino de América Latina para practicar el turismo aventura. Si quiere tener unas vacaciones inolvidables, atrévase con alguna de estas alternativas para vivir un verano inmerso en la naturaleza. 

Por Damaris Torres. 

Lo llaman el Oscar del turismo aventura, porque todos los años premia a los mejores países del mundo para practicar esas actividades al aire libre en lugares remotos y que necesitan ciertas destrezas físicas, por ejemplo, la resistencia para caminar a través de senderos montañosos. El World Travel Award lo entrega la industria del turismo y cada año destaca a un país por continente. En América Latina ya lo han ganado, entre otros, Brasil y Ecuador, y en 2015 el galardón se lo llevó Chile.

¿La principal razón para entregárselo? La diversidad de paisajes que posee, todo un imán para la práctica de actividades como trekking, surf, parapente, canopy y ciclismo aventura. “Es un reconocimiento a Chile y fruto del trabajo que se ha realizado en los últimos cinco años para potenciar este tipo de turismo. Eso lo avala el hecho de que el Parque Nacional Torres del Paine reciba más de 200 mil visitantes al año”, dice Juan Pablo Gardeweg, uno de los creadores de la guía Trekking por Chile.

Por eso, si este verano decidió quedarse en el país en vez de viajar al extranjero, aproveche de sacar su espíritu aventurero. De norte a sur y de mar a cordillera, encontrará paisajes increíbles para lanzarse a conocerlos. Si no sabe por dónde partir, Finde recomienda 10 rutas que pueden transformar unas vacaciones relajadas en unas inolvidables.Y no se asuste; los expertos aseguran que cualquier persona puede practicarlas, sólo bastan el entusiasmo y algo de atrevimiento.

En el desierto

Quienes están en la XV Región, la de Arica y Parinacota, pueden sacar provecho de sus playas tranquilas, que todo el tiempo tienen olas pequeñas. Por esta condición geográfica, la región se transformó en el epicentro nortino del stand up paddle (SUP), deporte también conocido como surf con remo, que consiste en utilizar esta herramienta para desplazarse mientras se equilibra de pie sobre la tabla.

¿Nunca lo ha practicado? Puede aprenderlo en un par de horas con los guías de la escuela Akua Surf, quienes lo llevarán a la playa Chinchorro, ubicada a 2 km al norte de Arica, que ha sido sede de varias competencias de SUP.

La clase se inicia con una inducción de 20 minutos, donde le enseñarán la posición en la que debe equilibrarse en la tabla y la manera de remar. Luego, entrará al mar para probar lo aprendido. Ahí, los instructores lo ayudarán a pararse sobre la tabla y lo afirmarán en los momentos en que esté por caer. Sume a los niños, que esta playa es ideal para ellos por sus olas suaves y agua tibia.

Ponga ojo, que en el lugar habita una colonia de tortugas marinas que, de tanto en tanto, asoman sus cabezas para mirar quiénes están a su alrededor. Además, ahí tendrá vista directa a las calderas de un buque estadounidense que en 1868 encalló en estas costas.

Si se anima, puede manejar un par de horas hacia el sur, hasta Iquique, la ciudad famosa por las ofertas de la Zofri y por tener 300 días despejados al año, sin viento y sin lluvia, una característica que la hizo merecedora del título al mejor cielo de América Latina, y uno de los cinco mejores del mundo para volar en parapente.

Ponga a prueba su vértigo con la empresa Magical Tour, que le permitirá conocer la ciudad desde el aire. El día acordado con ellos lo llevarán hasta una terraza del farellón costero, cercano a Alto Hospicio. Desde ahí tendrá que correr hacia un acantilado para lanzarse al vacío y planear por los cielos de Iquique a unos 600 u 800 m de altura.

Antes de hacerlo debe elegir una de las dos modalidades: la de expertos, donde vuela solo, o la biplaza, para quienes nunca lo han hecho. En esta última se lanzará acompañado de un piloto que lo ayudará a guiar el parapente mientras usted disfruta de una privilegiada vista del desierto y el mar. Luego de 30 minutos, aterrizará sobre la arena de playa Brava, al sur de Iquique. Si quiere llevarse un recuerdo, pida que le tomen algunas fotos mientras vuela.

Al interior de La Serena está el Valle del Elqui, ese famoso oasis verde en la Cordillera de los Andes. Quizás haya estado ahí varias veces, pero este verano puede conocerlo de una forma diferente. ¿Cómo? Con las cabalgatas por los cerros que realiza Ramón Álvarez, un campesino de la zona, en las cercanías de Montegrande, el pueblo entre Paihuano y Pisco Elqui donde nació Gabriela Mistral.

Tras una charla en la que le enseñarán a manejar las riendas del caballo, lo espera un paseo de cinco horas -tres de ida y dos de regreso– hacia el cerro Las Palmas, a dos mil metros de altura. Desde ahí tendrá una bella panorámica hacia los pueblos del valle, entre ellos Pisco Elqui y Horcón, los viñedos y sectores con rocas de cuarzo. Lleve una merienda y mucha agua y vaya preparado con pantalón largo, gorro y suficiente bloqueador, ya que en estos senderos escasean los árboles con buena sombra.

Con el mismo Álvarez puede tomar la cabalgata nocturna (9 PM) hacia una de las lomas del mismo cerro, a 40 minutos del pueblo. Al llegar allí, instalarán una manta en el suelo desde donde mirar las estrellas, mientras el guía le cuenta todo sobre los cielos más claros del Hemisferio Sur.

Cerca del mar

Si está en la zona central, aproveche este dato. El domingo 21 de febrero, en el Parque Tricao, ubicado en Las Brisas de Santo Domingo (a 139 km de Santiago), se realizará el Merrel Trekking Tour. Es una lanzada de 10 km de trail running, ese deporte donde se corre por senderos de montañas y donde se sortean barreras naturales, como ríos. Muchos aventureros lo practican, pero también aficionados, porque es una manera diferente de disfrutar la naturaleza.

En esta ocasión correrá a través de una reserva de 600 hectáreas, donde abunda la flora nativa, con especies como boldos y maitenes. Además, pasará frente a una gran laguna con cisnes de cuello negro, patos y garzas, donde le darán ganas de detenerse de tan bonita que es. En el lugar habrá puntos de hidratación y comida saludable. Y al final de la carrera podrá relajarse con unos masajes.

También en la V Región, pero en la zona insular, puede practicar una disciplina perfecta para los amantes de los panoramas acuáticos: el buceo. Puede hacerlo en la bahía de Hanga Roa, en Isla de Pascua. No importa que no sepa nadar, porque los guías de la empresa Orca, de los hermanos Michel y Henri García, se sumergirán con usted para enseñarle a respirar y guiarlo en el recorrido submarino de 35 minutos a 8 m de profundidad. Tírese al agua con confianza, porque estos expertos son los precursores del buceo en Rapa Nui y, además, uno de ellos, Henri, fue parte de la expedición que Jacques Cousteau hizo a la isla en los 70.

Al bucear en estas cristalinas aguas, verá corales, enormes tortugas marinas y “peces de colores muy parecidos a los de la película Buscando a Nemo”, cuenta Michel García. También recorrerá luminosas cavernas submarinas.

Otra manera de pasar un verano aventurero en el agua es sobre una tabla de surf. En la VI Región está el lugar ideal, Pichilemu. No por nada lo llaman el paraíso de esta disciplina: tiene olas que los surfistas llaman “cinco estrellas”, porque se extienden por 1 km y alcanzan entre 2 y 10 metros de alto. Además, sus playas son extensas y sin roqueríos que detengan su movimiento.

La playa ideal para sortear estas heladas aguas es Punta de Lobos, donde está la escuela Natural Surf. Ahí, todos los días se imparten clases a adultos y niños desde los cuatro años. Además de entregarles las técnicas para introducirlos en el surf, les prestan el traje de neopreno y una tabla de goma adecuada a su nivel de experiencia.

Entre ríos y bosques

Hacia el sur se multiplican las opciones para lanzarse a la aventura en vacaciones. En la IX Región puede hacer canopy en las Termas Río Trancura, a 26 km de Pucón. Ahí, hay un circuito aéreo de 80 m de altura donde, amarrado de un arnés, puede lanzarse por cables mientras admira la increíble vista de esos paisajes andinos.

En total, son 3,5 km divididos en seis estaciones. Las dos primeras son de ensayo, para que se acostumbre a la altura y a la velocidad; las cuatro restantes son para sentir toda la adrenalina de volar. La más intensa es la sexta y última, que tiene casi 1 km de extensión y que alcanza una velocidad de 50 k/h. Desde ahí verá el volcán Villarrica en toda su plenitud y la cristalina laguna Ancapully. ¿Lo más entretenido? Que volará entre centenarios bosques nativos de araucarias y hualles.

Es un circuito de 45 minutos pensado para toda la familia, porque se pueden lanzar niños desde los 10 años. Incluso, los tramos tres y cuatro, los más rectos, podrá hacerlos volando junto a su hijo en una tirolesa que permite que dos personas vayan en el mismo arnés (siempre y cuando sumen menos de 100 k de peso). Es uno de los recorridos que más gusta hacer a los padres. Ojo, que para su cuidado hay dos guías que lo ayudan y le pasan casco y guantes. El tour incluye traslado de regreso a las termas o a Pucón.

En la X Región, la de Los Lagos, hay un río que se lleva todos los aplausos, el Futaleufú. ¿Por qué? Porque ha aparecido en varios rankings como uno de los 10 mejores del mundo para la práctica del rafting. En estas aguas blancas de gran caudal y poca profundidad puede navegar sintiendo la presión de los embravecidos rápidos de clase IV y V, es decir, con corriente muy fuerte.

¿Se interesó por conocerlo? Llame a los expertos de Condorfú, que tienen dos alternativas de rafting, en grupos desde cuatro personas, por este río: una de dos horas por la parte más tranquila, y otra full day, que incluye un picnic junto al río. En cualquiera que elija, le entregarán casco y chaleco salvavidas y siempre junto al bote irá un catamarán atento a las caídas.

Los ciclistas sueñan con pedalear a través de la Carretera Austral. Un panorama que también es atractivo para cualquiera que ame la aventura, porque se pedalea por caminos de tierra que cruzan bosques nativos y junto a bellos ríos color turquesa y enormes glaciares, como el Yelcho, el ventisquero colgante del Parque Nacional Queulat.

Inaugurada en 1996, esta es una ruta extensa, entre las regiones X y XI, de casi 1.300 km. Si no sabe dónde ni cómo partir, contáctese con Cicloaustral, una empresa que realiza viajes de cicloturismo con todo incluido. Ofrecen varios paquetes, para pedalear de 10 a 12 días y que comienzan en diferentes ciudades, como Frutillar o Puerto Montt (el traslado hasta allá corre por su cuenta).

Para vivir completa esta aventura, se necesitan al menos cinco horas de pedaleo diario. No importa si llueve o sopla el viento, porque la experiencia compensa las dificultades. Los tours incluyen las estadías en camping y hostales por las noches y en el camino hay varios lugares donde hacer un alto, como el Hostal Paso al Sur de Contao, cerca de Hornopirén, donde hornean sabrosas empanadas.

Obligado para chilenos y extranjeros aventureros es el trekking por las Torres del Paine, a 80 km de Puerto Natales, en el extremo sur. Este parque, declarado reserva de la biósfera por la Unesco, lo sorprenderá por su impactante geografía, y su flora y fauna en estado salvaje.

Para ir sólo tiene que tomar una mochila y atreverse a recorrer a pie los senderos. En cada uno observará espectaculares paisajes, como el glaciar Grey, el siempre azul lago Skottsberg y, por supuesto, la base de las Torres, donde verá los dos picos de la montaña. Vaya a las 5 AM a verlos; a esa hora se deslumbrará con los tonos rojos que los cubren mientras sale el sol.

Hay dos clases de senderos que puede hacer: el W y la O, llamados así por sus formas. En el primero demorará entre cuatro y cinco días en recorrer el parque por sus hitos. En el segundo (de 8 a 10 días), dará una vuelta por toda la reserva. Ojo, para hacer los circuitos lleve abrigo y comida para todos los días que se demore en conocer esta maravilla del mundo. También carpa, para que acampe ahí.

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