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Dónde escuchar y ver aves cerca de Santiago

El avistamiento de aves o birdwatching irrumpió como actividad outdoor a principios del siglo pasado. Fue después de que un grupo de ingleses, espantados por las plumas que llevaban las señoras en sus sombreros, formara una sociedad protectora de aves. De la protección a los avistamientos como pasatiempo, hubo un paso: en 1930 ya era […]

El avistamiento de aves o birdwatching irrumpió como actividad outdoor a principios del siglo pasado. Fue después de que un grupo de ingleses, espantados por las plumas que llevaban las señoras en sus sombreros, formara una sociedad protectora de aves. De la protección a los avistamientos como pasatiempo, hubo un paso: en 1930 ya era practicado como hobby.
Hoy se hace en varios rincones del mundo, sobre todo donde hay mayor diversidad climática. En Perú se avistan cerca de 1.800 tipos y en Brasil, 1.700. Aunque en Chile sólo hay 480 (11 de ésas son endémicas), el país se ha hecho un lugar entre los seguidores de esta afición. Al tener varios tipos de ecosistemas, por la mañana un fanático puede ver cóndores en la cordillera y, por la tarde, petreles en el mar.

Antes de 2000, los académicos especializados en fauna eran los que hacían tours a extranjeros. “Los operadores turísticos recurrían a ellos para que hicieran los recorridos y explicaran qué tipo de aves existían en un lugar y cómo se comportaban”, explica Paola Soublette, directora de la empresa de turismo Naturalista, dedicado al birdwatching en todo el país. Pero a mediados de 2000 el mercado local captó la demanda y empezó a ofrecer paquetes turísticos con guías más especializados. Trabajaban en forma independiente y ofrecían destinos mar adentro, como a la isla de Cachagua, frente a Zapallar, para ver gaviotines; a San Pedro de Atacama, para ver flamencos; y a la Patagonia, para ver carpinterosnegros.

Raffaele Di Biase, director de la empresa BirdsChile, explica que el desafío de cada avistador es sumar más especies a la bitácora personal: “No se trata sólo de ver aves, sino que de coleccionarlas en sus registros, especies de libretas con apunteso en una aplicación que guarda información”,asegura.

En el mundo hay competencias internacionales de Birdwatching, en las que se participa solo o en equipo. Como la World Birding Rally, que en mayo pasado fue en Perú y atrajo a centenares de seguidores de EE.UU., Sudáfrica, Inglaterra y Colombia. Durante ocho días visitaron las regiones de Lambayeque, Cajamarca, Amazonas y San Martín para observar 777 especies. El ganador fue el equipo Subbird Wings -conformado por estadounidenses y británicos- que registró 588 aves.
Para principiantes

Para aprender a observar aves se necesitan al menos 10 salidas a terreno para distinguir su forma, color y trino. Se puede hacer solo, con un buen par de binoculares (entre $ 20.000 y $ 200.000, los famosos Steiner) y una aplicación como Bird Calls, guía gratuita con más de 4.500 sonidos e imágenes de aves de distintas regiones del mundo. Está comprobado que menos de cuatro horas no se demora un principiante en sus recorridos iniciales.

Si no le gusta ser autodidacta, hay empresas que ofrecen paquetes por un día o más en todo el país. Naturalista, por ejemplo, se concentra en esta época en paseos por el centro, pues en el sur hay mucha lluvia. Cerca de Santiago, van a la Laguna el Peral, cerca de Isla Negra; al Parque Nacional La Campana, en las inmediaciones de Olmué; a la Reserva Nacional El Yali, cercana de Santo Domingo; y a Tinguiririca, al interior de San Fernando. Las escapadas son por todo el día (de 7 AM a 7 PM) e incluye comidas por un promedio de $ 60.000 por persona.

El atractivo de La Campana es la caminata de cuatro horas que se puede hacer para ver especies como el rayadito, cachudito y aguiluchos. En tanto, la Laguna El Peral, resulta ideal para principiantes, porque tiene nueve miradores de madera techados desde donde se pueden ver, con más comodidad, loicas y tencas.

Fácil para iniciarse es también la Reserva Nacional El Yali, que al ser humedal, concentra más de 100 especies distintas para observar, como el siete colores, las garzas cucas y los pequenes. “Es en ambientes húmedos o próximos a una fuente de agua donde las especies cooperan más para dejarse ver que en lugares secos o boscosos”, explica el miembro de la Unión de Ornitólogos de Chile, Aves Chile, Juan Aguirre.
Otro de los sectores visitados es el Cajón del Maipo. En el sector del embalse El Yeso, a 50 km de San José de Maipo, se pueden avistar chirihues dorados y cometocinos, mientras que en Río Colorado -22 km de San José, hacia el volcán Tupungato- esta es la época adecuada para ver cóndores, porque descienden hasta los 2.200 metros para alimentarse. Ahí se ofrece un tour en mula que parte a las 10 AM en la plaza del pueblo o en un lugar a convenir con Cabalgatas Maipo Mulleter

REVISA AQUI  LOS LUGARES DONDE HACER AVISTAMIENTO DE AVES CERCA DE SANTIAGO

Chiricoca
Si va Parque Nacional La Campana, cerca de Olmué, el principal desafío debe ser ver la chiricoca, que sólo existe en la zona centro y es escurridiza a los humanos. Mide menos de 17 cm (como un iPhone), su pecho es blanco, sus alas terracota y tiene el pico y la cola alargados. Ponga ojo entre arbustos y matorrales, porque ahí se esconde.

**Un Beatle amante de las aves**

Sir Paul McCartney es un declarado fan de las aves. Para él “son un símbolo de libertad” y más de algún tema escribió sobre ellas, como Bluebird de 1974. Cuando niño, exploraba las afueras de Liverpool con El Libro del Observador de Aves para identificarlas.

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