Las rutas para conocer el street art capitalino
Santiago fue elegida como una de las mejores ciudades para ver arte callejero, con ya varios barrios que agrupan a exponentes que incluso ya son reconocidos internacionalmente. Para que no se pierda, aquí puede seguir una ruta para ver los muros más destacados de la ciudad.
Por Marcelo Morales.
Desde hace más o menos 20 años el término street art, o “arte callejero”, comenzó a circular, primero por las calles de Londres y luego por otras grandes ciudades del mundo. Siempre al límite de lo legal, eran distintos tipos de expresiones de autores que firmaban como Banksy, Roa, Vichs o Invader, quienes se apoderaban de paredes haciendo algo más que rápidos grafitis, recurriendo a otros elementos como el stencil (figuras hechas en base a una plantilla), stickers o realizando elaborados murales.
Obras que comenzaron a llamar la atención por sus particulares y conceptuales estilos, que no sólo arrojaban mensajes políticos y una propuesta artística novedosa, sino que embellecían paredes deterioradas o ponían la mirada en barrios poco turísticos. Pero los días en que actuaban a escondidas y quedaron atrás. Hoy, incluso, exponen en museos como el MoMA, de Nueva York, y algunas obras, como una de Bansky, se han subastado hasta en 600 mil euros.
Y puede que usted no lo sepa, pero Chile es uno de los países que más se destaca por el arte que se puede ver en sus calles. Artistas como Inti Castro (autor de los murales de la salida del Metro Bellas Artes), Basco Vazko y Cekis, han plasmado su arte no sólo dentro de nuestras fronteras, sino tambié fuera. Inti, por ejemplo, pintó grandes murales en Francia, España y, hace poco, también India. Y el año pasado, el renombrado portal de noticias The Huffington Post hizo una lista de las mejores 26 ciudades del mundo para ver street art, ubicando a Santiago en el puesto once.
¿Dónde apreciar estos murales que están dando que hablar fuera? En barrios que, poco a poco, se ha convertido en los favoritos de una nueva generación de destacados artistas callejeros, como Piguan, Faya, Estoy, Piri, Yisa, Naska, Santana, entre otros.
Poco a poco, en algunos barrios ya se nota cierta preferencia de algunos cultores del street art por sus murallas y fachadas: un grupo de departamentos en la comuna de San Miguel, calles del sector de Bellas Artes, junto a los barrios Yungay y Bellavista. Y para que usted sepa por dónde ir con seguridad y no perderse entre esta maraña de obras callejeras, Finde -ayudado del artista Jorge “Pixel art” Campos-, armó una ruta para conocer la esencia del street art chileno.
De Van Gogh a Bellavista
Si usted se mueve por Vicuña Mackenna, entre Curicó y Alameda, posiblemente se ha topado con obras de Pixel Art, como el autorretrato de Vincent Van Gogh, instalado en la esquina con Rebeca Matte. Un mural hecho con mosaicos de vidrio y que se ve como si estuviera pixelado, es decir, como si fuera sacada en baja definición desde un computador. Esa es la marca del artista Jorge Campos, quien demora más de tres meses en montar estos murales que delicadamente pega en distintas paredes que primero usó sin permiso, pero que ahora hasta le piden que intervenga. Fue justamente lo que le ocurrió con Van Gogh, la primera estación de este recorrido. “Después de instalarlo, la señora que vive en el edificio de al lado me fue a buscar y me ofreció hacer uno ahí”, señala. Una muestra de que el street arte es cada vez más valorado y visto como una forma de revitalizar barrios completos.
Es así que la ruta sigue hacia uno que ya tiene su impronta en este sentido: el Barrio Bellavista. Ahí un nuevo cuadro de Pixel Art aparece, esta vez es un retrato de Pablo Neruda. Lo puede ubicar la calle Constitución, a unos pasos de Dardignac, en un pequeño muro que mira hacia la calle Bellavista. En él, Pixel Art crea un efecto en el cual usa mosaicos de varios colores, pero a la distancia el efecto visual hace que se vea una imagen en blanco y negro.
Si sigue hacia el cerro y dobla a mano derecha por Dardignac, se encontrará con la tienda de arte Cian, que en su fachada posee un mosaico de una calavera de Pixel Art, pero también un mural de uno de los más asiduos del barrio: Faya. Dos manos con ojos, tapan parcialmente la cara de un hombre barbudo, en un definido y elegante dibujo en blanco y negro.
Por Dardignac hacia el poniente hay muchos ejemplos, sobretodo entre Pío Nono y Ernesto Pinto Lagarrigue. Entre los más de cuatro que ahí se encuentran, podrá ver un ejemplo del minimalismo y el trazo delgado de Basco Vazko, en una mujer que parece enredada en un vestido negro. Unos pasos más allá, justo al lado de un minimarket, se ubica un alto mural de Piguan, otros de los frecuentes de Bellavista. Ahí plasma una pareja de larguiruchos jóvenes, de rostros algo surrealistas, parados sobre un fondo de un verde casi fosforescente.
Caminando hasta la esquina de Dardignac con Bombero Nuñez, la fachada de esa casa es una muestra de la colaboración que existe entre los distintos artistas. Ahí se agrupan bajo un fondo cósmico, las firmas de Piguan, Naska, Santana, Piri, Eney y Pixel Art. De este último verá un mosaico de Nicanor Parra, a su lado una pintura de un hombre con una pipa y sombrero con cuernos de alce, obra de Santana.
Le llamará la atención la cabeza de un hombre con varios rostros, a cargo de Piguan. Finalmente, puede salir a la misma calle Bellavista, casi esquina con Purísima. Simulando ser una galería de arte de un museo, nuevamente las firmas de Santana, Naska, Piri se juntan con la de Estoy, para plasmar cuatro llamativas figuras, que parecen tener un vínculo con culturas ancestrales que engalanan una casa a todas luces abandonada. Colaboración que bautizan como Retratos elementales.
San Miguel a cielo abierto
El año 2009, los vecinos de la población San Miguel, ubicada en la comuna del mismo nombre, pensaron que la mejor forma de revalorizar los bloques de departamentos de cuatro pisos en que vivían, era con grandes obras en los muros ciegos que dan hacia Av. Departamental y Tristán Matta, y entre la Panamericana y la calle Gauss. Así nació el Museo Abierto San Miguel, que contiene obras de los mejores exponentes del street art chileno, junto a ilustres invitados internacionales. Si tiene tiempo, puede ver los 40 murales que hay. Sino, puede partir con “Tala” (en Departamental con Teodoro Schmitd) del dúo Agotok, quien dibuja la silueta de una cabeza que contiene un desértico paisaje, con una calavera.
Lo llamativo es que incorpora un clásico carro de completos dentro del diseño. Por el otro lado de ese bloque de departamento, se encuentra el imponente mural de Inti, titulado “Resignación”, que grafica la ambigüedad entre el día y la noche. Pero uno de los más destacados es “Integración”, que como dice su título, es un trabajo en conjunto con “Mono” González, destacado muralista chileno que formó parte del trabajo de las Brigada Ramona Parra. Un perfil de una mujer hecho por él, se mezcla con el dibujo de una muralista que fue realizada por Seth, un reconocido artista callejero francés.
Finalmente, en Tristán Matta con el Pasaje Ocho, puede ver uno de los más alabados: “Horse”, del prestigioso artista belga Roa. Un increíble y detallista dibujo de una cabeza de caballo, con una mirada temerosa y un crin bellamente alborotado.
Barrio Yungay
Si hay un sector donde no parecen haber muros sin grafitis es en el barrio Yungay, en donde todos destacan por sus fuertes colores y, en muchos casos, con un vínculo claro con temáticas ecologistas. Puede partir por uno que está en los límites del barrio: el mural que adorna el llamado Centro Ferretero, ubicado en Erasmo Escala y que va desde la calle Herrera a Matucana, casi frente al centro Cultural Matucana 100. Con figuras que refieren a obreros de la construcción, en los distintos estilos de artistas como Teas, Zero, Yalus, entre otros.
Si sigue por Herrera, entre Compañía y Catedral, se encontrará con la fachada de una casa que ha sido adornada por una obra de la llamada Brigada Tropical, un grupo que cultiva un estilo de trazos gruesos y colores llamativos, con temáticas ecologistas. En este caso, una mujer que parece ser la madre tierra cuida de animales y sus entornos. Si da la vuelta por Compañía y camina unas cuadras, justo antes de Rafael Sotomayor, se topará con otro “Retratos elementales”, con los mismos firmantes del que está en Bellavista. Y tal como allá, esta galería de murales también revive una casa totalmente abandonada.
Pero si hay alguien que destaca en este barrio, es el muralista Estoy. Sus obras de fondo negro, pero con dibujos de tintes nostálgicos que retratan manos femeninas creando, embellecen algunos estrechos muros. Puede ver primero uno que está a mitad de la calle Rafael Sotomayor, entre Catedral y Santo Domingo, donde unas delgadas manos marcan las notas de una quena, rodeada a su vez de plantas y flores. La misma delicadeza posee otro que se ubica en Rosas 2016, casi en la esquina con Brasil. En este, unas manos parecen tejer con unas ramas una trenza.
De regreso al centro
La cada vez más bullente zona que va desde el sector que rodea al Museo de Bellas Artes hasta el barrio Lastarria, también cada vez conoce nuevos trabajos en sus muros. Ya es bastante reconocido los dos murales que rodean la estación de Metro Bellas Artes, confeccionados en diciembre de 2013 por Inti Castro. Tómese un tiempo entre la vorágine del ingreso a la estación y y vea esa pareja de Equecos (esas tradicionales figuras que llaman a la abundancia), con elementos de la cultura andina.
A metros, entre los cafés ubicados en la calle Mosqueto, entre Merced y Monjitas, podrá divisar los seis pisos de alto de un trabajo a cargo de Diego Roa: una mujer que más bien parece ser una ninfa. Roa además planea hacer la primera galería de arte urbano en el centro de Santiago. Por de pronto, su próximo trabajo será sobre el edificio Galaxy Center, ubicado justamente frente al mural de Inti Castro ahí en Monjitas.
Finalmente, el recorrido puede culminarlo viendo las obras de Caiozzama (Claudio Caiozzi), quien usa la técnica paste up art, que es básicamente pegar una imagen en la pared. Son collages irónicos sobre los tiempos que corren, mezclando figuras e íconos de la cultura popular. Ejemplos claros de ellos son el del “Zorro meditando” (Merced con Lastarria) y, sobretodo, “el Che Mc” (vereda oriente de Merced con Mosqueto).
Para ver las direcciones de estos murales, haz click aquí.
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