Desde hace seis años que la Cineteca Nacional realiza su conocido festival de películas chilenas. Y por segunda vez escogió un lugar especial para su inauguración: la Plaza de la Ciudadanía. Si va esta noche, frente al Palacio de La Moneda encontrará una tarima con una pantalla gigante en la que se proyectará la recién restaurada película Canta y no llores corazón (1925), del director Juan Pérez Berrocal. Un extraviado filme que la Cineteca encontró en Concepción el año 1981 y que pasó a ser patrimonio filmográfico. Esa cinta da inicio al festival que se realizará hasta el 29 de enero en la sala de cine del Centro Cultural La Moneda.

Entrante. Antes, dése una vuelta por la muestra Obra de Sandro Botticelli, en la que verá el cuadro Virgen con el niño y seis ángeles, original del reconocido pintor italiano. Una obra maestra del Renacimiento que el mismo centro cultural (Plaza de la Ciudadanía 26) trajo al país para festejar sus 10 años.

Plato de fondo. Junto con El Húsar de la muerte y El Leopardo, Canta y no llores corazón es una de las pocas cintas mudas que se conservan en Chile. Y para mostrarla, tal como se hizo en su estreno, se acompañará con música en vivo. Esta vez será la pianista Marcela Lillo quien tocará su banda sonora. Ahí, a través de la imagen y la música, revivirá los locos años 20 chilenos con el melodrama de un inescrupuloso terrateniente penquista que intenta, como sea, aumentar su fortuna. Llegue puntual para alcanzar alguna de las mil sillas que se instalarán ahí.

Postre. Luego, vaya a La Diana (Arturo Prat 435), el estiloso restaurante que abrió hace poco detrás de los Juegos Diana. Se sorprenderá con su decoración con objetos reciclados y con sus tortellinis rellenos con mariscos ($ 7.000). Un consejo: reserve temprano.