Mi panorama: descubrir aves en el Parque Tricao

Mi panorama: descubrir aves en el Parque Tricao

Más allá de las aves o el paisaje, la gracia de Tricao es su amplia oferta de juegos infantiles, paseos en kayak y jardín botánico.

Cuando pienso en un aviario —y no en cualquiera, sino en el más grande de Sudamérica, con cientos de pájaros volando libremente a mi alrededor— no puedo dejar de imaginarme la película de Hitchcock, y antes que la fascinación o la curiosidad, lo que se despierta en mí es una contundente dosis de pavor.

Pero una vez ahí, en el Parque Tricao, una reserva natural ubicada en Santo Domingo, a 127 kilómetros de Santiago, todos los miedos se disipan pues las aves que lo habitan, de especies exóticas y coloridas, solo son capaces de producir asombro.

Lo mismo ocurre en el resto del parque, que tiene más de cien hectáreas, cada una mantenida en un hermoso equilibrio entre el cuidado y el laissez faire natural, capaz de hacer convivir a especies nativas, que crecen a sus anchas, con un humedal inspirado en el jardín favorito de Monet. 

La gracia de Tricao

Más allá de las aves o el paisaje, la gracia de Tricao es su amplitud de ofrecimientos.

Los juegos infantiles, en la Plaza La Virgen, pueden entretener a un niño durante horas, mientras los paseos en kayak, sin costo extra, estimularán a los más aventureros.

Hay un jardín botánico para los planteros, quinchos para los parrilleros —cuestan $40 mil—, recorrido en balsa y un largo circuito de canopy —$20 mil por persona— con siete líneas que recorren el parque.

La entrada al parque no es económica per se —$13 mil adultos y $9 mil las menores de 14 y mayores de 65, con acceso a todos los sectores—, pero una vez dentro ese precio queda justificado: el nivel de atención, la calidad de las instalaciones y el glorioso espectáculo natural es difícil de encontrar en otro lugar de tan fácil acceso.

Conviene llegar con suficiente agua y comida para todo el día: en Tricao sobran los espacios para sentarse a comer o descansar, siempre con una hipnótica vista al tranque, el bosque o las quebradas.

Su principal atracción, el aviario, puede intimidar por los ruidos de los animales, estridentes y misteriosos, pero a diferencia del film Los pájaros, acá no hay cuervos, ataques ni picotazos, sino más de 500 majestuosas e increíbles criaturas. 

Entradas en tricao.cl.

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