Por Loreto Aravena

Hay una empresa en Iquique que enseña a volar en parapente y a la que le va muy bien por una simple razón: está en una de las mejores ciudades del mundo para aprender y practicarlo todos los días del año. Sólo la superan un par de villorrios en Europa y América Latina, pero la capital de la I Región ocupa el quinto lugar. Así cuenta Daniel Araya, instructor y socio de la escuela Puro Vuelo, que enseña a manejar un parapente desde cero y también a los más avezados.

—¿Qué tiene Iquique que no tenga el resto?
—Días soleados todo el año. Acá no hay tormentas; se puede volar todos los días. Por eso, los turistas extranjeros que practican este deporte vienen para acá.

—¿De dónde vienen?
—Entre junio y septiembre, de Inglaterra, Francia y Nueva Zelandia, porque están de vacaciones allá; entre diciembre y febrero, de Bolivia, Argentina y de Santiago.

—¿Cuáles son las otras bondades de Iquique para esta disciplina?
—Acá las masas de aire caliente, las “térmicas”, son más potentes, lo que hace que se pueda volar más alto. Está permitido llegar a los 1.000 metros sobre el nivel del mar, pero a veces se llega a más.

—¿Desde dónde salen?
—De un cerro que está en Alto Hospicio, a 525 m. En Santiago se parte de 1.600 m.

—¿Qué perfil sicológico tienen los que eligen practicar parapente?
—Es gente a la que le gusta volar nomás. Diría que más que un perfil sicológico, tienen uno sicomotor: es gente de movimientos seguros.

—¿Hacen paseos más cortos para los que sólo quieren un affaire con el aire?
—Sí, unos de 30 minutos acompañados de un instructor. Sobrevolamos Alto Hospicio y el borde costero de Iquique.

—¿Hay una edad mínima?
—Nosotros no trabajamos por edad, sino por peso. Pueden volar los que están entre los 25 y los 150 kilos. Más no.

Escuela Puro Vuelo
DONDE: Baquedano 1440
TEL: 57.231112
PRECIO: Paseo $ 45.000; curso básico $ 700.000
SITIO: purovuelo.cl