Un nuevo valle para escaparse

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Un nuevo valle para escaparse

Cerca de Los Vilos, casi escondido, está Quilimarí. Sus cabañas rústicas, sus minas de cuarzo y su gastronomía son un imán para quienes buscan desconectarse.

En verano, el Valle de Elqui se repleta. Por eso, algunos que antes iban a la tierra de Gabriela Mistral a desconectarse y cargarse de energías, comenzaron a visitar un nuevo valle, el de Quilimarí.

También se ubica en la Cuarta Región, pero a sólo dos horas y media de Santiago, a minutos de Los Vilos. Es perfecto si lo que busca es descansar. Son cerca de 100 km de valle con una mística especial, por donde todavía caminan pocos visitantes. Antes, sus habitantes se dedicaban a la producción de paltas y olivos, pero por la sequía empezaron a emprender proyectos turísticos, como cabañas con spa, recorridos a las fábricas de aceite de oliva, centros de sanación y restaurantes. Hace poco, se agruparon y crearon la Ruta del Cuarzo, bautizada así en honor a ese mineral tan cotizado y que ahí abunda. Prográmese para recorrerla; le bastarán un par de días para decubrir sus secretos y encantarse con su autenticidad. 

Todo incluido
Al Valle de Quilimarí no han llegado los hoteles. Pero puede quedarse en una de las cinco cabañas de Casa Guangualí, atendidas por su dueña, Titi Haeussler (9.7679266). Luminosas, hechas de adobe y emplazadas en medio de cerros donde sólo escuchará el canto del tiuque.
Es una especie de all inclusive rústico, donde por $ 65.000 diarios podrá disfrutar de tres comidas y de todas las instalaciones del lugar: masajes de relajación, piscina al aire libre, sala de meditación, camas de cuarzo para equilibrar las energías y tinas de madera con agua entre 38ºC y 40ºC, aromatizada con lavanda y romero-e ideal para apreciar el envolvente cielo estrellado de la Provincia de Choapa. Si aloja ahí, le costará olvidar su paté de zanahoria con albahaca, que a veces sirven en la cena como entrante, y de su refrescante jugo de limón con ortiga y cedrón.

¿Qué hacer durante el día? Pasear por las cercanías. Mata Bike (6.9655290) ofrece recorridos en bicicleta por los milenarios petroglifos de las culturas Molle y Diaguita, o a las minas de cuarzo que están hacia la cordillera. Es tan abundante ese mineral, que puede llevar un gran cristal a su casa.

¿Algo más relajado? Organice una vista a la Hacienda Los Cóndores (9.2588221). Apenas entre, verá una casona antigua que contiene la fábrica de uno de los mejores aceites de oliva del mundo, que ha destacado desde 2006 en la guía Flos Olei, una que cada año elige las mejores producciones del planeta.

Si después del paseo le da apetito, pregunte por la casa de Marta Mery (6.8072798), en el sector Los Tejares. Ahí podrá degustar un sabroso pastel de choclo, acompado de un jugo de naranja y arándanos de exportación, cultivados hacia la cordillera, en el sector de Tilama. ¿El postre? Las empanadas de manzanas jugosas que hacen en el lugar.

No puede irse sin ver la cerámica de Gres de un colectivo de artesanas que expone en una casona del sector de Guangualí (9.2215618). Pase también al vivero El Profe (9.8377775) por un cactus adornado con granitos de cuarzo y por un pisco sour hecho con jugo de tumbo, de sabor parecido al maracuyá.

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