Barrica 94: un bar de vinos que debuta
La gracia de este lugar, abierto hace poco más de un mes, con dos pisos y amplias terrazas, es que si bien hay cocteles, lo más importante es el vino. Se trata de un espacio donde se puede probar 36 etiquetas por copa y 270, por botella. El 15% de ellas son extranjeras.
Ojo que el formato de la copa viene en 75 cc y 150 cc, como el carménère ícono Antiyal, por ejemplo, cuyas copas cuestan $ 5.500 y $ 9.900, respectivamente. Lo interesante de éste vino es que es orgánico y biodinámico, es decir, no se usan pesticidas en sus parras y la huella de carbono que deja su producción es mínima. Además, al no pasar por barrica tiene un sabor a frutos rojos y algún dejo de chocolate. Nada de vainilla o madera.
Otra alternativa interesante son los “vuelos”, versiones por copa de distintas cepas, como el “Chile versus Francia”: son cuatro, dos de cada país ($ 9.100).
La carta es amplia, con platos para picar como los montaditos (tostadas con anchoas y champiñones, $ 3.000) y opciones más elaboradas, como el asado de tira con salsa de chancaca y merkén, que puede acompañar de un risotto de mote con setas ($ 9.700). ¿Otra opción? Una chorrillana de carne, con papas fritas crocantes, cebolla, huevo pochado, tomate confitado y queso mantecoso ($ 7.900).
No se pierda el apartado de los sánguches, como el de pescado frito que aquí se apana en panko y que viene en marraqueta, acompañado de ensalada chilena ($ 6.100).
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