En el segundo piso de Peumayen, el restaurante que abrió hace cinco años en la calle Constitución y que destaca por su carta ancestral, inspirada en los pueblos originarios de Chile, acaba de abrir Chharqu, que significa “desordenado” en Aymara.
Es un bar al que sólo se puede ir con reserva. Ahí, lo que manda son los cocteles ancestrales, preparados con productos inspirados en los que usaban los pueblos indígenas de Chile.
A cargo está Michelle Lacoste, la barwoman que se hizo conocida como bartender en María Callas por su coctelería fitoterapéutica, basada en el uso de plantas y especias para tratar problemas como el insomnio o el desánimo.
Una de las gracias de este lugar es que puede pedir un menú de cocteles llamado “pichintún” —que quiere decir un poquito en mapudungún— que cuesta $ 31.500.
Consiste en seis preparaciones que lo llevarán a recorrer Chile de norte a sur. Todos maridados de un plato en formato más chico, que hace juego con ese cócteles.
Puede encontrarse por ejemplo con un “waraqu”, que es tequila con copao —el fruto del cactus silvestre chileno—, mote, chirimoya y zumo de limón.
Otra alternativa es probar alguna de las opciones de la carta, como el “manavai” ($ 6.500), que llama a atención por su presentación: una gran caracola de mar, con dos tipos de ron, y frutas que se dan en la Isla de Pascua, como la guayaba, piña, plátano, papa camote y syrup de hibisco.
Acompáñela de una “kalapurka chorillana” ($ 9,900), papas fritas con distintos tipos de carnes, como gallina, conejo y cordero.
HORARIO: Martes a miércoles de 6.45 PM a 2 AM. Jueves a sábado, 6.45 PM a 3 AM.
SITIO: peumayenchile.cl
ESTACIONAMIENTO: Por calles aledañas con propina.