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Kunstmann Kneipe, el bar cervecero que llegó a refrescar Plaza Ñuñoa

Item: Kunstmann Kneipe Ñuñoa
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Author: Evelyn Briceño

Por Evelyn Briceño25 Jun 2019

Bares

Kunstmann Kneipe, el bar cervecero que llegó a refrescar Plaza Ñuñoa

Hace un par de meses que Kunstmann Kneipe, el bar cervecero de la famosa marca valdiviana, abrió una segunda sucursal, ahora en Plaza Ñuñoa.

Hace poco más de un año que abrió en Bellavista y como prueba de su éxito, hace un par de meses Kunstmann Kneipe —el bar cervecero de la famosa marca valdiviana— abrió una segunda sucursal en Santiago, esta vez en Plaza Ñuñoa, a pasos del Teatro UC.

En esta barra hay 20 salidas de cervezas de barril, 16 de la marca (una de ellas experimental) y otras cuatro etiquetas invitadas, a las que se suma una novedad: la Fresh Hop, edición limitada en botella hecha con lúpulos muy frescos, ligera y algo acaramelada ($ 2.500 en el local, $ 2.000 para llevar).

Lo mejor de todo es que, con la ayuda de los garzones, cada una de esas cervezas se puede maridar con algún plato de la carta, todos preparados con ingredientes e insumos traídos desde Valdivia.

Para los fanáticos de los completos, está el “cheddar dog”, que además de la salchicha lleva cebolla caramelizada, tomates asados, tocino crocante, mantequilla de ajo, un toque de ciboulette y por supuesto bastante queso cheddar derretido encima ($ 4.200).

Va perfecto con una “belgian pale ale”, una variedad experimental con notas a plátano y algo dulzona ($ 3.300 de 500 cc).

Un plato ideal para compartir

Si quieres compartir, elige las “bolitas Torobayo”, 12 albóndigas caseras bañadas en champiñones y salsa bechamel, más tostadas con queso parmesano ($ 8.400). Van muy bien con una cerveza Torobayo sin filtrar ($ 3.500 el schop de medio litro).

¿Algo más fresco y primaveral? El ceviche de atún con limoneta de cerveza de trigo ($ 9.100), perfecto para maridar con una “session IPA”, bien frutal y con un agradable amargor al final ($ 3.500 los 500 cc).

No salgas del local, que tiene una atractiva terraza, sin probar la “torta sacher”, que todos los días llega desde Valdivia. Es de chocolate y mermelada ácida de guinda ($ 3.200), esponjosa y equilibrada.

Combina bien con schops de variedades más “suaves”, pero con el que va de maravillas es con uno de “doppel bock”, bien oscuro y con notas a café y vainilla ($ 3.700 el medio litro).

Ojo, que en noviembre el local tendrá delivery por Uber Eats y Rappi.