Los pipeños se toman la web
Elaborados con las desprestigiadas cepas país y moscatel, las que trajeron nuestros colonizadores, los pipeños quedaron olvidados en sus garrafas y botellones, ante tanto vino fino, de cepas francesas con aires de exportación.
Hoy, no hay pipas o barricas de raulí de 400 litros en qué guardarlos, pero aún se fermentan en lagares abiertos de cemento y con la menor intervención posible. Todavía se beben en el campo chileno, porque siguen siendo los primeros que están listos para llenar vasos, cañas y copas apenas llega septiembre.
Ahora, los pipeños están de vuelta, con su carácter rústico, ligerito y peligrosamente fácil de beber, de la mano de productores que los venden en internet. Como dicen quienes hoy los están exportando como la nueva vedette del vino chileno, no los guarde ni analice, bébalos cuando tenga sed.
* Louis-Antoine Luyt
Este joven francés fue quien por primera vez se atrevió, en 2013, a traer del campo sus pipeños en botellas de litro y medio con etiquetas bien pensadas, para reivindicarlos. Sus vinos tintos muy ligeros, frescos y frutales, los elabora con uvas de parras de país y moscatel, que compra a sus vecinos, pequeños productores en el secano del Maule. Impulsados por la moda mundial por beber vinos fáciles, de poco grado y cuerpo, los pipeños de Luyt han tenido éxito en el extranjero, ya que los exporta.
En Chile sólo los vende directo en su web. Puede ser en botellas de 1,5 litros ($ 1.500), a granel (usted pone el recipiente) o en barricas de 225 litros por $ 300.000. No dude en contactarlo si va a la zona y quiere conocer bodegas y viñedos.
* Manuel Moraga, el Cacique Maravilla
Siguiendo la tradición familiar, Moraga elabora un pipeño ejemplar ($ 7.500 la botella de un litro), con parras de país con más de 200 años. Es un tinto rústico y ahumado, que se deja beber amablemente. Tal como lo hacían antes, en una antigua bodega de Yumbel, en el valle del Itata, Moraga replica el método antiguo, fermentando las uvas en lagares abiertos y con un mínimo contacto de pieles y jugos, para que el vino resulte lo más suave y amable de beber. Lo vende en www.santiagowineclub.cl o directamente en su sitio, www.caciquemaravilla.cl
* El pipeño de Maitía
El francés David Marcel descubrió el pipeño cuando se lo ofreció el jefe de la bodega, en el Maule, donde trabajaba el año 2012. Enseguida decidió que él también tenía que hacer un vino así de suave y frutal, sólo para combatir la sed. Sumó entonces a su sabrosa mezcla de país, cabernet franc y carignan llamada Maitía ($ 9.000), un pipeño más ligero y sencillo y lo llamó Aupa. Lo vende en grandes botellas de un litro y medio ($ 8.900) y de 330 cc y selladas con chapitas ($ 3.500), en la web de Petits Plaisirs, con precios especiales por cajas de seis y 24 botellas. También se ofrece en la tienda El Mundo del Vino y en los restaurantes Boragó y Ambrosía.
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