No te extrañes si al pasar por la esquina de Condell con Av. Santa Isabel escuchas un irresistible ritmo de jazz tocado en vivo.
Eso pasa ahí todas las noches desde mayo de 2013, cuando abrió en la esquina surponiente The Jazz Corner, el bar con más swing de todo barrio Italia.
Es un club de jazz con todas las de la ley, de esos donde puedes escuchar en vivo a algunos de los mejores jazzistas de Chile mientras disfrutas de una cerveza, una copa de vino o un vaso de whisky.
Detrás de este lugar está un amante de este género, Álvaro Gómez, quien siempre soñó con tener un local donde ir a escuchar jazz sentado en sillas confortables. “Es que tenía la experiencia del antiguo Club de Jazz, el que estaba en Macul, donde las sillas eran muy incómodas”, cuenta el dueño.
Ese sueño lo concretó junto a Cristían Cuturrufo, el destacado trompetista chileno, quien fue socio de The Jazz Corner hasta el año pasado.
Desde entonces, se puede ir a ver en un ambiente íntimo -la capacidad del bar es para 100 personas- a jazzistas chilenos y también a algunos extranjeros connotados, como cuando tocó ahí la ganadora del Grammy Esperanza Spalding o el trompetista de Nueva Orleans Wynton Marsalis.
Jazz en vivo
Una de las cosas buenas de The Jazz Corner es que tiene conciertos todos los días, a excepción del lunes, cuando cierra.
La música en vivo ahí suele partir a eso de las 10 PM y lo normal es que se extienda pasada la medianoche, porque siempre a los músicos les da por improvisar en largas jam sessions.
Los martes y miércoles -cuando toca el Trío Corner, el de la casa, dirigido por el pianista Edgardo Parraguez- la entrada es gratuita, al igual que el domingo (ese día las presentaciones parten a las 7 PM).
De jueves a sábado, en cambio, se paga entrada ($ 5.000 promedio) para escuchar a jazzistas como “Parquímetro” Briceño, considerado el mejor trombonista de Chile; al reputado bajista Christian Gálvez; o a Cuturrufo, quien todavía sigue tocando en el bar.
Ojo, que cuando se presentan estos artistas experimentados, lo mejor es reservar, porque las mesas suelen agotarse.
Beber y comer en The Jazz Corner
Como buen club de jazz, este bar de barria Italia tiene una buena barra para sentarse a oír la música con un copa en la mano.
Hay, por supuesto, una buena selección de whisky y más de 40 etiquetas de vinos chilenos, pero también cervezas artesanales francesas, alemanas, españolas y nacionales, como Huaso de la Mancha, que se elabora en Santiago.
Si prefieres los cocteles, también hay algunos de la casa, como el muy refrescante “No digas nada”, preparado con gin, limón de pica, láminas de pepino, tónica y hojas de albahaca ($ 4.500).
Para comer, lo que manda en The Jazz Corner son los piqueos, opciones para compartir como los camarones al pil pil ($ 5.200) o la generosa “Tabla parrillera” ($ 15.500), brochetas de vacuno, cerdo y pollo, queso provoleta, verduras salteadas y papas fritas.