Al Desierto: Con el paisaje como el otro protagonista
Esta coproducción argentino-chilena, dirigida por Ulises Rosell, muestra la historia de una pareja que se adentra en la inmensidad de la Patagonia.
Esta coproducción argentino-chilena tiene como un elemento central el escenario en que se desarrolla: el desierto patagónico, el extenso territorio que se ubica al sur de la nación transandina y que se convierte en el tercer protagonista de la cinta dirigida por el porteño Ulises Rosell (Bonanza (En Vías de Extinción), El Etnógrafo).
Su relato se inicia en la localidad sureña de Comodoro Rivadavia, donde vive la joven Julia (Valentina Bassi), quien trabaja en el casino local como mesera y sueña con poder comprar una casa cerca del mar, a pesar de que su sueldo está muy lejos de ayudarla a concretarlo.
Y tras conocer en ese lugar a Gwynfor (Jorge Sesán), un empleado de la refinería de petróleo local, no duda en aceptar su propuesta de llevarla a la empresa para postular a un puesto administrativo. Para esto se dan cita en un sector rural, desde donde emprenderán viaje a la petrolera en una camioneta.
Sin embargo, el silencio de Gwynfor y el que tome un apartado camino hacen sospechar a Julia de las verdaderas intenciones del hombre, por lo que trata de saltar del vehículo en movimiento, provocando que vuelquen a un costado de la vía. Aún contusa y algo mareada, trata de alejarse, pero es obligada a seguirlo a la soledad de la pampa.
Así, la pareja comienza un periplo hacia lo desconocido, a lo largo del que enfrentarán a la naturaleza como también a sus propios temores y deseos carnales. Y donde son los únicos protagonistas de la mayor parte del relato hasta que aparecen figuras secundarias, como los policías que los rastrean o los lugareños que les ofrecen cobijo.
Solos en el desierto
Con una mezcla de aventura, drama y road movie, Al Desierto se convierte en una interesante propuesta del reciente cine argentino –a pesar de que en el papel es una coproducción con Chile y que aparece el actor nacional Gastón Salgado-, donde es clave la interacción de su dúo protagónico.
Esto porque Bassi y Sesán, que como lo reveló Rosell no se conocieron hasta el primer día de rodaje, construyen personajes convincentes, que pasan del antagonismo a desarrollar un vínculo invisible, quizás amparado en la hostilidad del entorno y sus respectivas soledades.
Una buena alternativa para aquellos que buscan un cine que los aleje de las grandes superproducciones, marcadas de efectos especiales y escenas de acción, donde las imágenes se centran en los actores y la inmensidad del paisaje.
DIRECCIÓN: Ulises Rosell
PROTAGONISTAS: Valentina Bassi, Jorge Sesán, José María Marcos, Germán de Silva, Gastón Salgado
GÉNERO: Drama/Suspenso
CALIFICACIÓN: Para todo espectador mayor de 7 años
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