Con el debut de Anatomía de una caída, la cartelera chilena sigue sumando nominadas a los Oscar, en una vibrante temporada para todos los amantes del buen cine.

En la que, hasta el momento, conviven títulos tan destacados y disímiles como Pobres criaturas, Los que se quedan y, desde hoy, la realización de la francesa Justine Triet.

Quien en el doble papel de directora y guionista, en este caso junto a Arthur Harari, dio vida a una película que combina el suspenso legal con el drama de un matrimonio en crisis.

Una mezcla particular que se revela con el paso del metraje, ya que la partida de la cinta está enfocada en una muerte que puede ser un suicidio, aunque también un asesinato.

En el transcurso de un relato de múltiples capas y una tensión subyacente y sigilosa, donde son claves las actuaciones de Sandra Hüller y el pequeño Milo Machado Graner.

La caída que desata una pesadilla

Quienes encarnan a la escritora alemana Sandra Voyter y su hijo Daniel, que tiene una visión reducida a causa de un accidente y se desplaza con la ayuda de su perro Snoop.

Los cuales al principio del relato se encuentran en su casa familiar en los Alpes franceses, junto a su marido y padre, respectivamente, Samuel Maleski (Samuel Theis).

El cual también probó suerte en la literatura no con tanto éxito como su esposa, por lo que ahora está enfocado en los arreglos hogareños para sumar cuartos que se puedan arrendar.

En medio de una aparente paz familiar que muestra sus primeras fisuras cuando Sandra está siendo entrevistada por una estudiante y Samuel pone música a todo volumen.

Pero la fractura se vuelve abismo luego de que Daniel regresa de un paseo con Snoop y descubre el cuerpo de su padre sobre la nieve, inerte y con una herida en su cabeza.

Sandra ante una justicia sesgada

Una caída -¿accidental, suicida, provocada?- que tras las primeras indagaciones pone a Sandra como sospechosa de la muerte de su marido y obligada a encarar a la justicia.

Lo que hará junto a su antiguo amigo y abogado Vincent Renzi (Swann Arlaud), y enfrentada a una serie de interrogatorios sobre el crimen, pero también sobre su persona.

En que cada etapa del juicio va revelando cómo se fue desgastando su matrimonio, mientras acusaciones infundadas tratan hacer de su carácter reservado un sinónimo de delito.

Donde Daniel, a pesar de su discapacidad visual, se convierte en el testigo clave de un caso judicial que tiene una resolución en pantalla, aunque las interrogantes siguen en el aire.

Porque finalmente Triet le da al público la opción de estar o no de acuerdo con la sentencia, en la jugada final de un relato singular e intenso, con Hüller brillando en cada escena.

FICHA TÉCNICA

DIRECCIÓN: Justine Triet

PROTAGONISTAS: Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado Graner, Antoine Reinartz, Samuel Theis, Jehnny Beth, Saadia Bentaieb, Camille Rutherford, Anne Rotger, Sophie Fillières

GÉNERO: Suspenso, Drama

CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años