Por Lya Rosén D.

El camino estaba pavimentado. Las cifras en recaudación y las buenas críticas obtenidas por películas basadas en historietas Marvel, en especial las con el sello Disney -léase Avengers: la era de Ultrón-, además del éxito de las precuelas de su propia franquicia de los X-Men, convencieron a 20th Century Fox para darle una nueva oportunidad a Los 4 Fantásticos. El cómic, creado en 1961 por Stan Lee y Jack Kirby, ya lo habían llevado a la pantalla grande en cintas de 2005 y 2007. Dos apuestas que obtuvieron buena respuesta en taquilla, pero malas críticas, lo que hacía suponer que los ejecutivos del estudio habían aprendido la lección y buscarían emular la calidad de recientes realizaciones de superhéroes.

Y lo que parecía un éxito asegurado, gracias a un elenco integrado por jóvenes y solventes actores -como Kate Mara y Miles Teller-, además de un director novato pero solvente en su filme Chronicle (2012), como Josh Trank, se convirtió en una de las mayores decepciones del año fílmico, con una historia sin adrenalina ni rumbo definido.

Un relato que se inicia con el precoz Reed Richards enfocado en un teletransportador, proyecto al que luego se unirá un pequeño Ben Grimm. Los años pasan y Richards (Teller) es reclutado por el Profesor Storm (Reg E. Cathey), quien junto a sus hijos Sue (Mara) y Johnny (Michael B. Jordan), además de Victor von Doom (Toby Kebbell), trabajan en una puerta cuántica a otra dimensión. Un proyecto que se concretará gracias a Reed y que, tras un accidente, generará cinco personajes con fantásticos poderes. Los mismos héroes en ciernes que se pierden por completo en una sucesión de escenas con poca lógica y poca acción, en un recorrido lleno de baches y sinsentidos.

Título Original: Fantastic Four
Dirección: Josh Trank
Actores: Miles Teller, Kate Mara, Michael B. Jordan, Jamie Bell, Toby Kebbell
Calificación: Para todo espectador.