Por Lya Rosén D. 

Para los que hoy bordean los 40 años de edad, hay una película de terror que marcó su adolescencia, ya sea en la pantalla del céntrico cine Santa Lucía o por medio de una copia en VHS. Su título era Poltergeist, la película que en 1982 dirigió Tobe Hooper (aunque se dice que su director fue realmente Steven Spielberg, su coguionista y productor). Ahí, la familia Freeling llegaba a vivir a una casa en la periferia de California, para descubrir que había sido construida sobre un cementerio y estaba poseída por fantasmas. Los mismos que hacían de la hija menor, Carol Anne, el medio para salir del inframundo.

La realización fue un éxito de público, por el ritmo de su relato y los efectos especiales que lograban hacer saltar de sus asientos a los espectadores, y generó dos secuelas de menor tenor. Hasta nuestros días, cuando 20th Century Fox decidió revivir su trama en una realización homónima, donde la familia se apellida Bowen, el televisor es de plasma y el celular desplazó al walkman.

El resto del relato sigue la línea original: Eric y Amy Bowen (Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt), junto a sus hijos Kendra (Saxon Sharbino), Griffin (Kyle Catlett) y Madison (Kennedi Clements), se mudan a una casa suburbana y los espectros hacen su aparición, apoderándose de la pequeña “Maddie”. Ante esto, los Bowen buscan ayuda en la experta en lo paranormal Brooke Powell (Jane Adams) y en la figura de los realities Carrigan Burke (Jared Harris).

Pero por mucha ayuda que llegue al aproblemado hogar, esta nueva Poltergeist no logra el nivel de la cinta original ni menos los sustos que generó. Mejor recurrir a una copia en DVD de la realización de Hooper o encontrar su repetición en canales del cable, como TCM o Fox Classics.

Titulo original: Poltergeist
Dirección: Gil Kenan
Actores: Sam Rockwell, Rosemarie DeWitt, Kennedi Clements, Kyle Catlett, Saxon Sharbino
Calificación: Para mayores de 14 años