Cine – Reseña: Promesa de vida
Por Lya Rosén D.
A comienzos de 1915, en medio de la Primera Guerra Mundial, británicos y franceses atacaron la península de Galípoli, en Turquía. Un asalto concebido por Winston Churchill que perseguía debilitar al Imperio Otomano, pero que, tras casi un año de enfrentamientos, provocó más de 600 mil muertos, entre soldados ingleses, galos y turcos, además de los neocelandeses y australianos que lucharon en nombre del Rey Jorge VI, por ser parte de la Mancomunidad de Naciones o Commonwealth.
Un vistazo a un cruento pasaje de la historia que sirve como preámbulo de Promesa de vida, la película que marca el debut de Russell Crowe en la dirección y que, además, protagoniza en el rol de Joshua Connor, un granjero que posee la habilidad para encontrar pozos de agua en medio del árido paisaje de Australia. Un esposo y padre de familia que también carga con el dolor de haber perdido a sus tres hijos en la batalla de Galípoli, cuya pena se acrecienta cuando su mujer decide quitarse la vida.
Esto impulsa a Connor a viajar a Turquía para dar con el paradero de los restos de sus hijos y así llevarlos de vuelta a suelo australiano para enterrarlos junto a su madre. Una misión descabellada que tiene como primera parada Estambul y el cuarto de una gran casa convertida en hotel, donde conoce al pequeño Orhan (Dylan Georgiades) y su madre Ayshe (Olga Kurylenko), con quienes establece una impensada amistad.
Luego, y de manera clandestina, llegará a la península de Galípoli, donde dará con el paradero de dos de sus hijos, hecho que marca el inicio de una gran aventura enmarcada por la bella fotografía del desaparecido Andrew Lesnie, donde Crowe demuestra que su fuerte sigue siendo la actuación más que la dirección.
Título original: The Water Diviner
Dirección: Russell Crowe
Actores: Russell Crowe, Olga Kurylenko, Dylan Georgiades,Yilmaz Erdogan
Calificación: Para todo espectador mayor de siete años.
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