Cine – Reseña de la semana: Shaun, el Cordero
Por Lya Rosén D.
En 1990 llegaron al mundo de la animación en stop-motion Wallace y Gromit, un distraído inventor y su inteligente perro nacidos de las manos y mentes del equipo liderado por Nick Park y que dieron a Aardman Animation su sello y le permitieron ganar el Oscar por Mejor Cortometraje gracias a varias de sus piezas. Entre estas últimas se cuenta Una afeitada al ras, corto donde Wallace y Gromit lavan ventanas y salvan ovejas de una peligrosa máquina para hacer lana.
Y fue en estos avatares que el dúo conoció a Shaun, animal con un gran apetito que obtuvo fama y su propia serie de TV: Shaun the sheep. Así, simplemente como Shaun la Oveja, el personaje animado logró ganarse el corazón de los televidentes británicos -y los busquillas de internet- y postularse a protagónico del nuevo largometraje de Aardman, luego de cintas como Pollitos en fuga (2000) y Piratas ¡una loca aventura! (2012).
Tras cuatro años de producción, Shaun el cordero: la película llegó a salas de cine para mostrar una colorida aventura que se inicia con una jornada más en la granja que habita la inteligente oveja, el perro pastor Bitzer y el resto de los animales, en una repetitiva rutina. Pero Shaun decide hacer algo para obtener una jornada de relajo y engaña al granjero para que tome una siesta en un tráiler.
El plan se vuelve pesadilla cuando el vehículo traslada por accidente al dormido hombre a la gran ciudad. Ante esto, Shaun debe salvar el día y viaja para hallar a su amo, exponiéndose a un desalmado perrero y a los peligros de la urbe. Un buen ejemplo del por qué los estudios Aardman siguen ocupando un sitial de importancia en la animación stop-motion, por su historia, ritmo y técnica, que logra entretener a grandes y chicos.
Título Original: Shaun the Sheep Movie
Dirección: Mark Burton, Richard Starzak
Actores: Con voces de Justin Fletcher, John Sparkes, Omid Djalili
Calificación: Para todo espectador
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