Por Lya Rosén D.

Hace tres años, luego de hacerse de un nombre como el creador de la serie animada para adultos Padre de familia, Seth MacFarlane tomó la arriesgada decisión de dar el salto a la dirección de un largometraje, con la cinta titulada simplemente Ted. Arriesgada, ya que hasta el momento él sólo había dirigido cortos y programas de TV, y porque, además, había decidido que el desparpajo fuera el ingrediente esencial de su ópera prima.

Esta era la comedia donde un niño pedía que su oso de peluche cobrara vida y fuera su mejor amigo. El deseo se hacía realidad y John Bennett (Mark Wahlberg) y su muñeco parlante, llamado Ted, se hicieron adultos, compartiéndolo todo -incluido el gusto por la cerveza, la marihuana y Flash Gordon-, hasta que John conoció a Lori (Mila Kunis) y su amistad fue puesta a prueba.

La irreverente apuesta tuvo una inmejorable respuesta del público, por lo que su secuela era inminente. Así surgió Ted 2, una película anclada en el par de amigos, pero donde Ted es quien experimenta el conflicto. Así, se ve cómo se casa con Tami-Lynn (Jessica Barth) para, meses después, sufrir una crisis matrimonial gatillada por los problemas económicos.

El oso de peluche no quiere divorciarse y decide que un hijo sería la solución al conflicto. Pero todo va de mal en peor: Ted y Tami-Lynn no pueden ser padres y tampoco podrán adoptar, ya que él no es una persona. Aquí, la intervención de la abogada Samantha (Amanda Seyfried) será clave para ellos y para John y su roto corazón.

Un retorno a los mismos personajes y al mismo doble sentido -aunque un tanto desbordado-, que logra algunas sonrisas, pero que no alcanza la ironía ni el nivel de la cinta anterior.

Título original: Ted 2
Dirección: Seth MacFarlane
Actores: Mark Wahlberg, Seth MacFarlane, Amanda Seyfried, Jessica Barth, Giovanni Ribisi
Calificación: Para mayores de 14 años.