Comentario de Cine – Joy: El nombre del éxito
Por Lya Rosén D.
A sus 57 años de edad, el neoyorquino David O. Russell ha logrado situarse entre los directores más destacados de Hollywood, gracias a cintas donde ha sabido conjugar drama y comedia bajo una estilizada puesta en escena. Dos de sus más recientes creaciones comparten, además, la característica de ser inspiradas por hechos reales: El vencedor (2010), que revive la historia del boxeador Mickey Ward, y Escándalo americano (2013), con una nueva mirada a un caso de corrupción que involucró al FBI en los años 70.
Con Joy: el nombre del éxito, el cineasta vuelve a tocar la tecla biográfica al presentar la historia de Joy Mangano, una esforzada madre que en los 90 logró convertirse en empresaria con la “mopa milagrosa”, un trapero autoescurridor que inventó y promocionó en el canal de informerciales Home Shopping.
En la película, una sólida Jennifer Lawrence es la encargada de interpretar a Mangano, en una trama que toma mucho del cuento de Cenicienta.
Aquí, gracias al relato en off hecho por la abuela de la protagonista, Mimi (Diane Ladd), se va conociendo a Joy desde que es una creativa niña hasta que ha crecido y su inventiva ha sido opacada por empleos de segunda, un divorcio y su labor a tiempo completo como madre de dos niños y sustento de su casa. Pero todo comienza a cambiar cuando la idea de un nuevo trapero llega a su cabeza, a pesar de la renuencia de su media hermana (Elisabeth Röhm), su padre (Robert De Niro) y la novia de este último (Isabella Rossellini).
Y aunque por el nivel de su elenco la cinta podría ser una de las mejores de Russell, su inusual ritmo inicial y el clima de fantasía de sus escenas dejan a Joy: el nombre del éxito en la medianía de la oferta fílmica del realizador.
Título original: Joy
Dirección: David O. Russell
Actores: Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Bradley Cooper, Edgar Ramírez, Diane Ladd, Virginia Madsen
Calificación: Todo espectador.
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