Desde que Pixar incursionó en los largometrajes animados a mediados de los 90, con Toy story, una nueva página se comenzó a escribir en la historia de la animación digital y, también, en la del cine infantil. A través de la aventura de los juguetes parlantes, el estudio dejó claro que un relato hecho para niños también podía ser entretenido y significativo para los adultos.
Hoy, después de 20 años de películas de dibujos animados -no sólo de Pixar, sino también de otros estudios como Disney Animation, Illumination Entertainment, DreamWorks y Sony Pictures Animation-, el público espera algo más de las cintas animadas.
El que estuvieran pensadas para grandes y chicos quedó claro en la primera Kung fu panda (2008), cuando el panda Po fue elegido para convertirse en el Guerrero Dragón. También, en su secuela de 2011 y en esta tercera aventura, en la que el regordete especialista en artes marciales tiene la oportunidad de descubrir sus raíces.
Su búsqueda se desencadena por dos hechos: el reencuentro de Po con su verdadero padre, Li Shan, y el retorno al mundo de los vivos del yak Kai, un espíritu guerrero que logró apoderarse del “chi” (la energía básica de los seres vivientes) de todos los maestros que estaban en el mundo espiritual y ahora quiere dominar la Tierra. La amenaza cae directamente sobre los compañeros de Po y pone en peligro a la aldea de los pandas. El mismo lugar donde el Guerrero Dragón puede saber quién es realmente y donde el público conoce nuevos y entrañables personajes.
El reencuentro con el mundo de Kung fu panda confirma la técnica digital alcanzada por DreamWorks y también su capacidad para divertir a grandes y a chicos.
Título original: Kung Fu Panda 3
Dirección: Alessandro Carloni y Jennifer Yuh
Voces: Jack Black, Bryan Cranston, Dustin Hoffman, Angelina Jolie, J.K. Simmons
Calificación: Para todo espectador.