Por Marcelo Morales C. 

El reconocido actor argentino Ricardo Darín (El secreto de sus ojos) vuelve a la cartelera nacional de nuevo bajo la dirección del español Cesc Gay. Hace dos años lo hizo con la comedia Una pistola en cada mano, y ahora con esta cinta, que también tiene toques cómicos, pero de otra línea. Esa de las películas hispanas en las que, de la mano de una historia sencilla, se busca ser emotivamente efectivo sin caer en el desborde lacrimógeno.

Con ese cuidado se cuenta la historia de Julián (Darín), un actor argentino radicado en España que recibe la visita inesperada de Tomás (Javier Cámara), un viejo amigo que hace años vive en Canadá. ¿La razón? Julián tiene un cáncer que lo tiene condenado a morir, pero es oscuramente irónico con el tema. La actitud le sirve para quitarle el peso a la angustiosa situación, pero hay cosas con las que no puede lidiar fríamente: su inseparable perro llamado Truman (de ahí el título de la película) y el despedirse lo mejor posible de sus más cercanos, como su hijo, su hermana y el mismo Tomás, quien está igual de incómodo.

Con esos elementos, la cinta navega por las aguas de un tema peliagudo, pero que evita sumergirse en sentimentalismos más obvios. Una estrategia es apoyarse en la sobriedad y simpatía de un Darín que, como los actores del viejo Hollywood, como Cary Grant o James Stewart, no se esfuerza en verse distinto en cada rol. Su sola y magnética presencia, junto a la sinceridad con que dicta sus diálogos, son suficientes para hacer creíble su personaje.

Así, emerge una película que cumple con su propósito principal: emocionar sin ser empalagosa y con justas medidas de humor, aunque se queda corta en instalar una reflexión más profunda sobre la inminencia de la muerte.

Título Original: Truman
Dirección: Cesc Gay
Actores: Ricardo Darín, Javier Cámara, Dolores Fonzi, Eduard Fernández
Calificación: Mayores de 14 años.