Por Lya Rosén D. 

En esta película hay policías y criminales, pero su relato está lejos de géneros fílmicos como el thriller o la acción, enfocándose en el drama de sus protagonistas. Uno de ellos es el detective de la policía Andreas (Nikolaj Coster-Waldau, Jaime Lannister en Game of Thrones), quien vive junto a su mujer Anna (Maria Bonnevie) y su pequeño hijo Alexander en un sector rural de Dinamarca, en lo que se dibuja como una existencia casi perfecta.

En la contraparte se ubican el adicto y ex convicto Tristan (Nikolaj Lie Kaas) y su novia Sanne (May Andersen), quienes habitan un departamento en la ciudad. El mismo lugar al que llegan Andreas y su compañero y amigo Simon (Ulrich Thomsen), quienes descubren que la pareja tiene un hijo de pocas semanas llamado Sofus, que sufre de la negligencia de sus padres, quienes lo dejan llorar en medio de su propia suciedad. Una situación de abandono que conmueve a Andreas y lo hace presionar al servicio social para que le quite el niño a la pareja de drogadictos, no obteniendo una respuesta positiva.

Pero el destino une las historias de los niños, luego de que Alexander muere de improviso y su madre se niega a llamar a emergencias. Andreas recuerda al pequeño Sofus y se cuela en el apartamento de Tristan, dejando el cuerpo sin vida de su hijo en el lugar y llevándose al pequeño con vida a casa.

Desde ese momento los caminos de dos parejas de padres se cruzan y también se despliega la tragedia de una película bien ambientada y actuada, pero que se emparenta más con los melodramas que se emiten por los canales de cable por las tardes, que con anteriores cintas de su directora, la danesa Susanne Bier, como En un mundo mejor, que ganó el Oscar como Mejor Película Extranjera en 2012.

Título Original: En Chance Til
Dirección: Susanne Bier
Actores: Nikolaj Coster-Waldau, Ulrich Thomsen, Nikolaj Lie Kaas, Maria Bonnevie
Calificación: Para mayores de 14 años-