Por Lya Rosén
El Cordero ****
La vida de Domingo (Daniel Muñoz) se mueve entre la cotidianidad de su entorno familiar, junto a su esposa, Lorena (Trinidad González), y su hijo adolescente, Roque (Alfonso David), y una labor administrativa en la fábrica que posee su suegro, Don Patricio (Julio Jung). Una aparente calma que se ve levemente alterada por sus visitas a la parroquia del barrio y sus usuales confesiones con el padre Efraín (Roberto Farías), quien nunca le deja penitencia por no tener pecados.
Todo sufre un quiebre el día en que Domingo piensa que la fábrica está siendo robada y dispara accidentalmente a la secretaria del lugar, provocándole la muerte. Después de eso, y como un devoto cristiano, este padre de familia se preocupa al darse cuenta de que no siente remordimiento alguno, por lo que acude a Efraín por consejo, recibiendo diferentes misiones, como pintar la casa de un vecino y visitar a un reo en la cárcel. Y es precisamente este último, Chester (Gregory Cohen), quien le da la idea de que quizás él sea un ser especial, sin culpas.
Así, en su ópera prima como director de largometrajes, Juan Francisco Olea ofrece la historia de un, en apariencia, chileno medio que poco a poco va develando su lado más oscuro. Y lo hace con corrección fílmica y amparado en el talento de sus actores, en especial en el de Trinidad González y Gregory Cohen.
Titulo Original: El Cordero
Género: Drama
País: Chile
Año: 2014
Director: Juan Francisco Olea
Guión: Nicolás Wellmann
Voces Originales: Daniel Muñoz, Julio Jung, Trinidad González, Roberto Farías
Edad: Mayores de 14 años