Como varios de sus colegas, desde que el cine es cine, Michael B. Jordan decidió dar el paso de la actuación a la dirección con Creed 3, sin dejar de interpretar al protagonista de la saga deportiva.
La cual comenzó su historia en pantalla en 2015 como spin-off y séptima entrega de las cintas en torno a Rocky Balboa, con el personaje de Sylvester Stallone como el mentor de Adonis Creed.
El hijo y heredero en el cuadrilátero de Apollo Creed (Carl Weathers) que encontró en el púgil italoamericano, además de ex campeón de peso pesado, a un entrenador y una figura paterna.
Sin embargo, tras una secuela que no repitió el nivel de la primera Creed, reviviendo a los antagonistas de Rocky 5, Adonis o Donnie está de vuelta en una tercera cinta que ya no cuenta con Balboa.
En la que el peso de la trama recae en él, teniendo nuevamente como una de las piezas claves de su factura a Ryan Coogler (Pantera Negra), el director y guionista del primero de los filmes.
Dame reaparece en la vida de Donnie
Y quien acá retorna como autor de la idea en que se basa la trama, además de productor ejecutivo, para volver a enfocarse en el heredero de Apollo y los fantasmas del pasado que lo siguen visitando.
Aunque este “fantasma” es muy corpóreo y regresa de improviso a la vida del protagonista cuando decidió colgar los guantes de boxeo y maneja el gimnasio Delphi junto a Tony (Wood Harris).
Mientras en el plano familiar disfruta de su papel de padre de la despierta Amara (Mila Davis-Kent) y apoya a Bianca (Tessa Thompson) en su carrera como compositora y productora musical.
Sin embargo, Damian “Dame” Anderson (Jonathan Majors) reaparece ante Donnie tras casi dos décadas en la cárcel, a la que llegó tras un altercado en que él también participó siendo quinceañero.
Pero ahora su amigo de adolescencia está de vuelta y, claramente movido por la culpa, lo ayuda a retornar al boxeo a pesar de tener más edad que el resto de los púgiles, desoyendo a Tony.
Una nueva mirada al boxeo en pantalla
Lo que, como el espectador ya supone, enfrentará a Donnie a un problema fuera y dentro del ring, al mismo tiempo que también encara la grave enfermedad de su madre Mary Anne (Phylicia Rashad).
En el corazón dramático de un relato que, como es de esperar, también reserva varios minutos del metraje a elaboradas peleas, que son presentadas en primeros planos y con tomas en cámara lenta.
Lo que refleja la inspiración reconocida de Jordan en el anime, como de su intención de mostrar al boxeo no solo como un simple intercambio de golpes, sino un deporte de control y táctica.
En una decisión que revitaliza la narración y complementa de buena manera el aspecto más emotivo que sirve de corazón a las casi dos horas que dura esta renovada aventura en torno a Creed.
Lo que deja en claro que Jordan puede dirigir y actuar de buena forma, mientras Majors (Ant-man and the Wasp: Quantumania) confirma su posición como uno de los actores del momento.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Michael B. Jordan
PROTAGONISTAS: Michael B. Jordan, Tessa Thompson, Jonathan Majors, Wood Harris, Florian Munteanu, Phylicia Rashad, Wood Harris, Mila Davis-Kent
GÉNERO: Drama, Deporte
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años