Parece que fue ayer que el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) inició su historia con el estreno de Iron Man en 2008. Sin embargo, han pasado 14 años y con Doctor Strange en el multiverso de la locura suma ya 28 cintas.
Un número que durante 2022 crecerá con el proyectado estreno de dos películas más de su Fase 4: Thor: amor y trueno y Black Panther: Wakanda forever, que tienen como sus directores a Taika Waititi y Ryan Coogler, respectivamente.
Los que repiten su labor tras las cámaras en el UCM, reafirmando el interés de dotar a sus últimas producciones de la mirada diferenciadora de cada realizador, con nombres como los de ellos o Chloé Zhao para concretarlo.
Una misión que en la segunda cinta centrada en Stephen Strange recae en Sam Raimi, quien retorna a la silla de director casi una década después de haber estado en ella para dar vida a Oz: el poderoso (2013).
Y lo hace concretando lo que tanto sus fanáticos como los seguidores de Marvel esperaban: que su estilo visual y narrativo sea parte de lo que se ve en pantalla, con algunos toques a la Evil dead o su versión de Spider-Man.
El poder para viajar por el multiverso
Así, mezclando la aventura y acción de las cintas Marvel con comedia y horror, Raimi inicia la nueva película de Strange (Benedict Cumberbatch) con él teniendo una pesadilla donde es acompañado por una adolescente.
De la que despierta algo confundido, pero se olvida rápidamente, ya que tiene un importante compromiso: el matrimonio de su antigua colega y pareja Christine Palmer (Rachel McAdams) en una iglesia de Nueva York.
Una cita donde se reencuentra con otro de sus ex colegas y rival, Nicodemus West (Michael Stuhlbarg), y que culmina con los invitados a su recepción como testigos de una caótica persecución callejera.
La que tiene como protagonistas a una monstruosa criatura de un solo ojo y tentáculos -acá bautizada Gargantos, pero que es el Shuma-Gorath de las historietas- y una muchacha llamada América Chávez (Xochitl Gomez).
Quien es la misma jovencita del mal sueño de Strange, que realmente no era una pesadilla sino que una mirada a lo que sucedía en un universo alternativo con América, otra versión del hechicero y un demonio.
La heroína transformada en villana
Una criatura que quiere apoderarse del poder de la chica: viajar a través del multiverso, aunque no a voluntad. La capacidad que la ha puesto en peligro y lleva a Stephen a buscar la ayuda de Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen).
Sin embargo, traumatizada por los eventos conocidos en WandaVision y obsesionada con encontrar a sus hijos en otro universo, ella ahora es la Bruja Escarlata y desea manejar el poder de América a toda costa.
Lo que la lleva a usar los oscuros hechizos del libro conocido como Darkhold, mientras arrasa con quien literalmente se ponga por delante, incluidos Strange, Wong (Benedict Wong y sus colegas de Kamar-Taj.
Pero al escapar de Wanda, América lleva a Strange a través del multiverso, dando inicio a un recorrido que los hará reencontrarse con viejos conocidos, unos reformulados Illuminati y algunas nuevas versiones del hechicero.
Lo que dejará felices a los amantes de los cómics, mientras los fans de Raimi descubren su sello fílmico en Doctor Strange en el multiverso de la locura -incluidos un no muerto y su actor fetíche-, aunque algo diluido entre peleas y efectos especiales.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Sam Raimi
PROTAGONISTAS: Benedict Cumberbatch, Elizabeth Olsen, Benedict Wong, Xochitl Gomez, Rachel McAdams, Chiwetel Ejiofor, Michael Stuhlbarg
GÉNERO: Acción/Aventura/Fantasía
CALIFICACIÓN: Para todo espectador mayor de 7 años